El presidente del Comité Ciudadano de Seguridad Pública de Tijuana, Edgardo Flores Campbell declaró que aunque los homicidios han bajado en comparación a otros años, la percepción de inseguridad de las personas persiste, por lo que falta mucho por hacer en materia de seguridad.
“El homicidio doloso ha bajado un poco, pero al final aunque bajen en términos de numerales los delitos, la percepción es de inseguridad y falta mucho que hacer al respecto, empezando por dignificar a nuestras policías”, dijo.
Lo anterior lo mencionó tras la realización del foro “México-Estados Unidos, 200 años de encuentros y desencuentros” llevado a cabo el viernes 17 de noviembre, al que acudió como invitada y ponente la ex embajadora de México en EE.UU. Martha Bárcena Coqui.
Flores Campbell compartió que dicho foro y eventos similares tienen el objetivo de promover programas preventivos y restablecer la credibilidad en las autoridades para fomentar la cultura de la denuncia, pues ante la falta de las mismas las autoridades no dimensionan la gravedad de algunos delitos, como la extorsión.
“Parte de este tipo de eventos es conseguir solvencia para promover programas preventivos, trabajar en recuperar la credibilidad de las instituciones y que haya denuncias. Es como el cobro de piso y extorsión, muchos dicen ‘es que tenemos cuatro denuncias, cinco al año’, dice la Fiscalía del Estado ‘no es un problema’, ¿hay que esperar a que sea una crisis como el secuestro en 2008 para que sea un problema?. No porque no haya denuncias el delito no existe. No hay denuncias porque la gente no confía en el Ministerio Público”, sentenció.
De acuerdo a cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema de Seguridad Pública de México, en el país 9,342 personas han sido víctimas de extorsión, 86 de ellas ciudadanos bajacalifornianos, de los que 33 son de Tijuana.
Sobre la posición de Tijuana en el mapa criminal, el presidente del Comité Ciudadano Municipal explicó que este municipio es diferente, pues concurren diferentes grupos criminales y se ha vuelto un punto de consumo de droga, sobre todo de fentanilo, por lo que no aplica la misma estrategia de las autoridades federales, “no aceptamos, no permitimos y no consentimos la política de abrazos no balazos”, finalizó.