Residentes de la colonia Terrazas del Valle esperaron por alrededor de cinco horas al presidente Andrés Manuel López Obrador al exterior del Cuartel de la Zona Militar II, en la colonia Morelos de Tijuana. El motivo de su presencia era manifestarle su inconformidad ante el hecho de que el gobierno del Estado no les ha escriturado sus predios.
Estaban apostados detrás de las vallas de metal que personal de logística dispuso para abrir paso al vehículo en el que saldría López Obrador luego de dar su conferencia matutina, en las instalaciones castrenses.
A diferencia de otras ocasiones en las que el presidente se ha dispuesto a atender reclamos, demandas e inquietudes de la gente como la vez anterior que estuvo en Tijuana (este año), en esta ocasión sólo los saludó con la mano sin que la vagoneta en la que salió se detuviera y sin que elementos de seguridad permitieran que la gente se acercara a la unidad vehicular.
Menos de diez personas lograron filtrarse a la zona de circulación, y con todo y que trataron de rodear el vehículo, éste prosiguió su marcha. El presidente ni siquiera se prestó a escucharlos. Eran más de cien personas las que intentaron hablar con el primer mandatario y que se quedaron sin lograr el cometido.
Entre los manifestantes se encontraba Juan Galindo Hernández. El ciudadano precisó que la gobernadora “Marina del Pilar (Ávila Olmeda) no quiere pagar los terrenos al (Ejido) Rojo Gómez”, en el cual se encuentran ubicados sus predios.
“Los terrenos nosotros los pagamos al INETT, entonces lo vemos como un fraude porque Rojo Gómez ganó el pleito y ahora entrando en enero van a empezar los desalojos en Las Moritas, Terrazas del Valle y anexos, y nos van a quitar nuestro patrimonio”.
Explicó que el INETT vendió los predios cual si fueran propiedad del gobierno. Pero esos terrenos son del Ejido Rojo Gómez, dijo, y los líderes de esa circunscripción ya los reclamaron, agregó.
Inconformes por no haber podido hacerle saber su situación al presidente permanecieron en el lugar en espera de que saliera del Cuartel la gobernadora. Minutos después uno de los manifestantes avisó: “Hay va la Marina”.
Acto seguido el contingente de ciudadanos se desplazó hacia otra de las calles que rodea el inmueble, por donde se iba desplazando un convoy de unidades USV. Rodearon la primera de las unidades impidiéndole el paso y preguntando por la gobernadora. Elementos castrenses desplegados al exterior de los vehículos les indicaron que la mandataria no iba en ninguna de las unidades.
Un ciudadano se empecinó en que le demostrara que en la unidad no viajaba Ávila Olmeda, hasta que el uniformado abrió la puerta del vehículo en el que quien iba a bordo, en el asiento trasero, era el secretario de la Marina Rafael Ojeda, quien el rostro adusto permitió por unos instantes que la puerta permaneciera abierta. Tras ello, el vehículo reinició la marcha y paso a paso el convoy se fue desplazando hasta abandonar el área. (Eduardo Andrade Uribe)
