Sin un análisis de tráfico, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador dio la instrucción de abrir más carriles y agilizar los procesos de revisión de la garita de El Chaparral en dirección de norte a sur, de San Ysidro, California a Tijuana, Baja California. Después de la instrucción presidencial, los militares que integran la Aduana de Tijuana empezaron a demoler las islas de inspección y así “ganar” espacio para que pasen los automovilistas.
“Hay que abrir todo esto. En estos seis carriles aquí ya está marcado y ya van a empezar a trabajar en los sistemas no intrusivos. En este lado, sí sé que no traigo nada por acá me paso por acá rápido y será la liberación. En las bahías igual, las que tenemos más adelante las van a ver. Cuando hay algún indicador, las van ver y eso van a agilizar”, comentó André Foullon, director general de aduanas en México.
El Coronel de Infantería Nicolás Mauricio Pedroza, director de supervisión de aduanas fronterizas se deslindó de la lógica que pudiera tener los cambios en la zona de El Chaparral para lograr la disminución de los tiempos de cruce de San Ysidro a Tijuana. Aseguró que ellos no están comprometidos, ya que solo siguieron instrucciones del presidente y los compromisos que hizo durante su conferencia matutina del pasado 10 de noviembre en la ciudad de Tijuana. Incluso aclaró que es diferente agilizar la revisión a reducir los tiempos de espera.
“Lo que ya estamos viendo ahorita. La generación de un control vehicular y el desmantelamiento de este equipo que nos obstaculiza tres carriles y que sepan que hay una estrategia se está atendiendo esta situación. Nosotros vamos a agilizar la revisión, la reducción de tiempos son otros factores de las medidas que tengan en Estados Unidos, de la eficiencia vial del circuito de Tijuana. No estamos comprometidos, tenemos la orden y como militares lo tenemos que hacer”, explicó el director de supervisión de aduanas fronterizas.
El incremento en el congestionamiento vial binacional por San Ysidro a Tijuana podría tener diferentes justificantes que coinciden con la carencia de estrategias de movilidad de norte a sur y que hay un embudo o cuello de botella que se genera de 8 carriles de la carretera interestatal 5 que comunican a San Diego con Tijuana, se amplían a más de 20 en el ingreso a El Chaparral, que pasan por 8 carriles de revisión y luego a 2 para tomar la vialidad que conecta a la colonia Federal en Tijuana.
La situación se complicó, pues con las obras de la Avenida Internacional fue cerrado el puente de la Herradura, situación que complica la movilidad luego del cierre de el puente de El Chaparral. Las complicaciones se narran en el reportaje Más fila para regresar de San Ysidro a Tijuana; impacta obras en la Internacional, publicado en la edición 2589 del Semanario ZETA que se encuentra en circulación del 10 al 16 de noviembre, en la página 34.