El Presidente visita a alumnos de cuarto grado en una escuela primaria. Su llegada se da durante una discusión acerca de las palabras y sus significados.
La maestra pregunta al mandatario si le gustaría participar en la discusión sobre el significado de la palabra tragedia.
El ilustrado líder pide a la clase un ejemplo de tragedia. Un niño se para y plantea:
“Si un amigo mío está jugando en la calle y lo atropella un auto, eso es una tragedia”.
El Presidente responde:
“No, eso sería un accidente”.
Una pequeña levanta su mano y participa:
“Si un transporte escolar se cae en un precipicio, muriendo todos sus ocupantes, eso sería una tragedia”.
El Presidente interviene:
“Me temo que no; a eso podríamos llamarlo una gran pérdida”.
El silencio predomina en el aula. Ningún otro alumno se anima a dar una respuesta y el mandatario los insta a continuar:
“¿No hay nadie que pueda darme un ejemplo de lo que es una tragedia?”.
Finalmente, en el fondo de la clase, un muchacho levanta su mano y con voz muy tenue se anima a ejemplificar:
“Si un avión está trasladando al Presidente y a todo el gabinete, y un misil lo destruye haciéndolo añicos, eso sería una tragedia”.
El Presidente exclama:
“¡Fantástico!, eso está muy bien. ¿Podrías decirme por qué sería una tragedia?”.
Sin titubear, el niño responde:
“Porque, en primer lugar, no sería un accidente, y en segundo, ¡tampoco sería una gran pérdida!
Autor: Anónimo.
Ah, qué diccionario
Abstemio. Dícese del masoquista que no tiene la suficiente fuerza de voluntad para dejar de castigarse.
Amor a primera vista. Lo que ocurre cuando dos personas poco quisquillosas y excepcionalmente fogosas se encuentran.
Crítico. Persona que finge ser tan difícil de satisfacer, que nadie lo intenta.
Dentista. Personaje milagroso cuya sola presencia nos quita el dolor de muelas.
Duelo. Ceremonia de reconciliación entre dos enemigos.
Erudición. Tipo de estupidez característico de las personas estudiosas.
Fácil. Mujer que tiene la moral sexual de un hombre.
Hospitalidad. Virtud de alojar en tu casa a personas que no lo necesitan.
Ignorancia. Cuando no sabes algo y alguien lo descubre.
Incorruptible. Dícese de quien exige precios demasiado altos.
Inteligencia. Cualidad intelectual que atribuimos a quienes están de acuerdo con nosotros.
Modestia. Esperar a que los demás descubran por sí mismos tu grandeza. Arte de realzar tu encanto pretendiendo no ser consciente de él.
Ninfómana. Término usado por los hombres para referirse a parejas que tienen mayor deseo y energía que ellos.
Organización. Cuando nada funciona, pero todo el mundo sabe por qué.
Oreja. 60 minutejos.
Orilla. 60 minutillos.
Pagar. Verbo que sistemáticamente se conjuga con el futuro imperfecto.
Paranoia. Creer que esto también se refiere a ti.
Patada. Un montón de patos.
Peatón. Alguien que encontró un sitio para estacionar el auto.
Racional. Persona cuyas únicas delusiones son la observación y la lógica.
Rebelde. Dícese de quien todavía no ha conseguido salirse con la suya.
Sueldo. Medida natural de respetabilidad. A veces…
Impaciencia (definición infantil). Esperar con prisa.
Vikingo. Navegante escandinavo que vivía orgulloso de andar con los cuernos puestos.
Autor: Un autor que no sigue a la RAE.
Los talentos de Jaimito
La madre de Jaimito conversa con una amiga:
— A mi hijo Jaimito le gusta mucho bailar y cantar, de mayor quiere dedicarse a una de esas dos cosas, pero no sabe qué elegir.
“Pues yo creo que debería elegir el baile”.
— ¿Por qué? ¿Lo has visto bailar?
“No, ¡pero lo he oído cantar!”.
Autor: Pepito, quién más…
La lección
La maestra se dirige a su grupo y selecciona a Pepito, a quien ve distraído y le pregunta:
— Si en esta mano tengo ocho naranjas y en esta otra seis, ¿qué tengo?
“Unas manotas, maestra”.
Autor: Jaimito, claro.
El ayudante
— ¿Es suyo aquel perro que me ha robado un trozo de carne?
“Sí, era mío, pero ahora trabaja por su cuenta”.
Autor: Mejor así lo dejamos.
