Se presume, se especula, se dice, se cree”, era la frase característica con la que Jesús Gutiérrez Vergara sellaba sus intervenciones; prácticamente se había convertido en su muletilla, debido a la constancia con la que se expresaba en sus transmisiones en vivo de su página de Facebook, Notiface.
La noche del 24 de septiembre, esas palabras no acompañaron el envolvente eco de las sirenas y del tránsito nocturno de San Luis Río Colorado, Sonora, cuando los proyectiles de un rifle de asalto paralizaron un encuentro amistoso donde se encontraban varios policías y el periodista.
Esa noche, algo tan común de reportear para un periodista de pluma de nota roja, como lo es la muerte, lo encontró frente a su casa; no importó la presencia de cuatro policías en el lugar, ni que -según sus compañeros- estuviera bajo la protección del Mecanismo para Periodistas y activistas. Los impactos terminaron con su vida de forma inmediata.
Junto a él falleció el oficial Juan Francisco Portela Hernández y resultó herido el comandante de Tránsito, Alfredo Fragoso Heredia (trasladado a Phoenix, Arizona para su atención médica), así como los agentes Nicanor Cortez -quien permanece en estado grave- y Héctor Guzmán, lesionado de una pierna.
Al día siguiente, mediante un video que posteriormente borró, el alcalde Santos González Yescas presumió que la Policía local detuvo a tres personas fuertemente armadas como presuntos responsables del crimen. Sin embargo, la Fiscalía General de Sonora no ha confirmado si dichas personas tienen implicación en el crimen.
Según información obtenida por fuentes allegadas al caso en SLRC, todo parece indicar que el atentado no iba directa o propiamente contra el periodista, sino contra los agentes, concretamente hacia Fragoso Heredia, comandante de Tránsito y un elemento sumamente cercano al presidente municipal.
Sin embargo, el asesinato contra el periodista -presumen- pudo tratarse no sólo por una relación de convivencia, sino que el comunicador pudo acercarse para recabar alguna información necesaria para su trabajo, por lo que bien pudiera encuadrarse en un crimen derivado del propio riesgo profesional.
En 2023 se ha asesinado en México a nueve periodistas -contando a Jesús Gutiérrez Vergara-, pero en el municipio de San Luis Río Colorado se podrían contabilizar cuatro ataques letales contra periodistas y comunicadores, comenzando con el del icónico Benjamín Flores en la década de los noventa; Santiago Barroso en marzo de 2021 (esclarecido); Juan Arjón López en agosto de 2022; y ahora a Gutiérrez Vergara.
Un día después del incidente, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) condenó los hechos mediante un comunicado en su página de internet: “El Estado mexicano ha venido fortaleciendo el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, particularmente a través del incremento de recursos humanos y financieros. A la par de ello, frente a cualquier agresión contra periodistas se requiere una efectiva revisión de las medidas de protección previamente adoptadas a fin de identificar qué se debería haber hecho diferente y las áreas de mejora que permitan seguir fortaleciendo las políticas de protección y prevención”.
TENÍA MECANISMO DE PROTECCIÓN A PERIODISTAS: REPORTERO
El reloj pasaba el mediodía del 26 de septiembre, cuando comenzaron a llegar los arreglos florales y varios hombres con cámaras digitales en mano y gafetes de prensa en el cuello. La familia ya recibía a amigos y conocidos de Jesús Gutiérrez Vergara, comunicador del medio de redes sociales Notiface, especializado en la información de corte policíaco y abastecido primordialmente de transmisiones en vivo realizadas en zonas del crimen.
Justo en la entrada de la funeraria Del Valle se colocó su motocicleta, la Motiface (apodo que se originó del medio para el que reporteaba), cubierta parcialmente con una camiseta de futbol del equipo local para el que se desempeñaba cada fin de semana.
Una de las primeras coronas de flores fue enviada por el alcalde Santos González Yescas y otra por la Dirección de Comunicación Social del propio gobierno. Poco a poco comenzaron a llegar periodistas de diversos medios de comunicación para rendir tributo al compañero caído una noche de domingo, como cualquiera otra, en la que la pequeña decisión de caminar hacia una reunión que se realizaba frente a su casa, en la colonia Aviación -de bajo poder económico-, le costó la vida.
Santos González Yescas no quiso responder cuestionamientos de la prensa, bajo el argumento de que se trataba de un evento en el que se debía guardar respeto y continuó caminando hacia la familia, con quienes compartió por unos momentos y se dejó tomar algunas imágenes en la capilla frente al cuerpo de Gutiérrez Vergara.
El llanto era generalizado entre los presentes, sobre todo cuando el conjunto de música norteña comenzó a tocar melodías como “Un día a la vez” y “Amor eterno”, que volvieron aún más lúgubre el ambiente.
El periodista con casi 20 años de experiencia recibió varios impactos de proyectil en diversas partes de su cuerpo; en la investigación resuelven si era o no el objetivo del ataque, pero sí una consecuencia de su actividad laboral.
Según el periodista Josué Valenzuela, de Reporte 24/7, también de nota roja, hace varios años Gutiérrez Vergara recibió una serie de amenazas en su contra, debido a su estrecho contacto con la nota roja, orillándolo a solicitar protección por parte del Mecanismo para Periodistas, que le ofrecía rondines cada determinado tiempo para preguntarle si se había detectado alguna anomalía o se sentía en riesgo; nadie previno esta situación.
Dicha versión fue respaldada por varios reporteros que se encontraban en el lugar para la cobertura y rendir tributo a su compañero de pluma, debido a que -como es costumbre- los reporteros de nota roja tienden a hacer gremios o grupos aún más estrechos que el resto de las fuentes.
LOS SALAZAR, RELACIONADOS CON EL ATAQUE
En San Luis Río Colorado existe un complicado fenómeno que ha provocado gran número de asesinatos en el último año y medio, donde incluso policías han sido víctimas. Se estima que más de diez oficiales han sido ultimados dentro y fuera de sus funciones durante la gestión de Santos González Yescas, que inició en 2018.
Fuentes de investigación refieren que se mantiene la operación de tres grupos delictivos, dos de ellos de Los Salazar que se encuentran enfrentados, y la estructura criminal de Los Rusos, que sostiene sus operaciones principalmente en la zona de los valles de Mexicali y SLRC.
La principal hipótesis del atentado es que una célula de Los Salazar habría perpetrado el ataque, toda vez que desde hace semanas se tuvo conocimiento de una amenaza generalizada hacia la corporación local, luego que agentes abatieran a dos delincuentes con los que se enfrentaron, presuntos integrantes de dicha estructura criminal ligada al Cártel de Sinaloa.
El propio González Yescas hizo referencia al atentado mediante un video hecho público a los medios de comunicación, en el cual aseguró que la Secretaría de Marina y la Fiscalía General del Estado los han dejado solos en el combate a la inseguridad.
Lo que no aclaró, es que el atentado del domingo 24 de septiembre va mucho más allá de lo político, ya que se presume, fue un acto de represalia en contra de la administración municipal de González, toda vez que el joven Alfredo Fragoso Heredia, comandante de Tránsito de la Policía Municipal, quien percibe un sueldo de 135 mil 382 pesos al mes -según Plataforma Nacional de Transparencia-, era uno de los operadores del presidente municipal y el ataque era directo para él.
De hecho, fuentes cercanas al caso refieren que en algún momento fungió como escolta de su familia, ya que sostenían una estrecha relación de confianza. A ello se atribuye su meteórico avance dentro de la administración, hasta finalmente ser comandante de Tránsito.
González Yescas ha mantenido una férrea postura en contra de cualquier señalamiento hacia sus policías municipales, al grado de decir que sus uniformados no son criminales y espera que las acusaciones en su contra sean aclaradas lo más pronto posible.
Y es que varios mandos fueron detenidos el pasado fin de semana, cuando un operativo realizado por Secretaría de Marian y Fiscalía General del Estado culminó en la captura de dos agentes vinculados a un caso de extorsión y -presuntamente- a la desaparición, en febrero de este año, de un joven de nombre Rafael Gaspar Alvarado Espinoza, estudiante de Criminología que días antes recibió amenazas y agresiones por parte de mandos de la Policía Municipal de San Luis Río Colorado.
La única voz que reclamó los hechos ocurridos en el municipio sonorense, fue la regidora Rebecca Ching, de Morena, dada la inacción del alcalde ante los episodios de violencia que se viven en el municipio.
“Le pido al alcalde que deje de lado su soberbia y se ponga a trabajar eficientemente por quienes lo pusieron en ese lugar y le pagan su sueldo, el Gobierno Municipal ha fallado terriblemente en brindarnos seguridad, desaparecieron los programas de prevención del delito cuando más falta nos hacen, la escuela de policía en decadencia con cada vez menos cadetes, no hay programas para combatir las drogas y adicciones, no se trabaja en la descomposición social, los jóvenes no son incluidos ni tomados en cuenta, todas las áreas del gobierno están completamente abandonadas”, sentenció Ching en un comunicado de prensa.
