La Feria del Libro Antiguo y de Ocasión (FLAO) llega a su XV edición del viernes 6 al domingo 15 de octubre en la Plaza Bicentenario de Tijuana.
De acuerdo con René Castillo, director de la FLAO, en esta edición participan tradicionales libreros de Ciudad de México, entre ellos Rosa Díaz (Librería Ágora Book), Martín García (Akrópolis Book), Antonio Segura (Librería El Ojo sin Párpado), Pablo Álvarez (El Gato Literato), José Vargas (Nuevo Milenio), Christian Martínez (Librería B-612), Hipólito Hernández (Librería Aleph) y Ulises Cuéllar (Undercity Books). De Tijuana participan Miguel Márquez (Libros, Café y Jazz), Lorena Castro (Librería Infantil Caracol) y René Castillo (El Grafógrafo: Libros & Café).
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En 2016, la FLAO se realizó en la Plaza Bicentenario, localizada frente a la Catedral de Tijuana, a una cuadra de la Zona Norte; respecto a esta sede de considerable flujo peatonal y al aire libre, René Castillo expuso a ZETA:
“Todos leemos la ciudad. Nos reconozcamos o no como lectores, eso no importa. Todo es un lenguaje y nos comunica según nuestros propios contextos y bagajes. La Plaza Bicentenario es una metáfora de Tijuana, y desde ahí, el recinto ferial de la FLAO es sólo un pretexto para repensar los libros y los espacios desde donde se posibilita su encuentro con las personas. ¿Qué es lo que define una buena sede y dónde es que creemos que ‘deberían’ estar los libros? Como organizadores, desde El Grafógrafo para nosotros es vital cuestionarnos cómo podemos romper con todos los prejuicios que hay en torno al ámbito editorial: los libros, los lectores y, sobre todo, los espacios donde estos dos convergen y desde donde se gestan las experiencias lectoras. Lo común y más fácil es pensar que hay que llevar los libros a donde haya públicos lectores, sobre todo si se trata de que compren libros, pues se piensa que eso asegura una venta y con eso se mide el éxito de una feria, pero depende mucho de los objetivos que se tengan. Para la FLAO la comercialización de libros es una parte intrínseca e importante del evento librero, pero no es la motivación que la detona y, por lo mismo, nos permite pensar en su estructura no sólo desde lo económico, sino desde lo social”.
Asimismo, refirió que la Plaza Bicentenario “ha sido una de las mejores sedes que ha tenido la FLAO, pues nos permite trabajar en los objetivos que desde distintos ejes socioculturales hemos trazado para un evento pensado en principio para atender las necesidades reales de los llamados públicos lectores, pero también para atender una problemática que identificamos en nuestra ciudad: la falta de atención a los públicos ‘no cautivos’ que desafortunadamente son por lo general dejados de lado, al considerar que no representan un nicho de consumo. Nosotros creemos que no hay tal cosa como un no lector. Habemos lectores en potencia, que es distinto, y es indispensable que trabajemos con estas comunidades y en generar espacios que propicien el encuentro de su curiosidad con la lectura.
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“Estamos conscientes de que una feria del libro, en términos económicos, responde a un oficio maravilloso que es el ser librero, y en ese sentido tiene también objetivos que no pueden dejarse de lado y atienden a esta otra parte de la cadena de valor del libro. La Plaza Bicentenario nos permite atender esta contraparte del evento, poniendo materiales de lectura a precios accesibles para la población, haciendo de su espacio de comercio una de las herramientas para trabajar los objetivos sociales del evento, que es lo que verdaderamente permanece en la ciudad una vez que los expositores nos retiramos, y es al final del día, lo que nos suma y fortalece como comunidad”, concluyó Castillo. Después de Tijuana, la FLAO se desarrollará en el Centro Estatal de las Artes (CEART) Ensenada del 18 al 29 de octubre, y en el CEART Mexicali del 1 al 12 de noviembre.
