Esta es la historia de Saúl Armendáriz, un luchador mexicano homosexual. En pocas palabras, un exótico de la lucha libre amateur, el antagonista por tradición, menospreciado dentro de un nicho machista de la cultura popular.
Como una biopic, la película tiene lugares comunes. A medida que se recrea el andar del mítico Cassandro, lo vemos crecer, conocemos sus raíces, sus desafíos personales y ambiciones. Y en concreto somos testigos de su relación íntima con Gerardo, otro luchador, casado y con hijos, punto de partida que lo lleva a convertirse en el personaje que terminó siendo.
Roger Ross Williams es el director que no se arriesgó mucho contando una vida que tenía mucho más que explorar. Para su buena fortuna tuvo a Gael García Bernal como su actor principal y vaya que da lo que bien puede ser su mejor trabajo a la fecha.
García Bernal supo muy bien cómo interiorizar la lucha interna de Saúl cuando se transforma en Cassandro, se comprometió más de lo posible, exploró sus dudas y lo reflejó en miradas conmovedoras, gestos espontáneos ante la cámara, una interpretación finalmente verosímil e inolvidable.
Para acabar pronto, este actor mexicano es el pilar que sostiene una película sólida, sí, no extraordinaria, sin embargo, se vale de un artista de primera línea. Disponible en Prime Video. *** y media.
Punto final. – A veces hay que hablar de series, en ocasiones gana el entretenimiento. Sean fans o no, les recomiendo “Ahsoka”, de la saga de Star Wars, en Disney+