En mayo de 2023, vecinos del fraccionamiento Las Palmas denunciaron que sobre la calle Sacramento iniciaba una construcción comercial, por lo que acudieron ante la Secretaría de Desarrollo Territorial, Urbano y Ambiental para detener su desarrollo por las afectaciones que representa para la comunidad.
Claudia Esparza, presidenta del comité de vecinos de la zona, señaló que el 23 de mayo fue llevado el primer oficio, dirigido al arquitecto Juan Enrique Bautista Corona, titular de la dependencia, donde solicitaban la detención de la obra, sin embargo, fue ignorado; lo mismo ocurrió con el segundo oficio. El 8 de junio se entregó otro oficio acompañado de 23 firmas de habitantes de la zona.
Ante la nula respuesta, dirigieron dos escritos al arquitecto Ricardo Alfonso Güereña Castro, director de Administración Urbana Municipal (DAU), apoyándose en el artículo 208 punto 10 del reglamento de Zonificación y Usos del Suelo del Centro de Población de Tijuana (2015) el cuál menciona: “En caso de existir el rechazo social, se deberá considerar el consenso de los vecinos propietarios en un radio adecuado y dando prioridad a los vecinos inmediatos”.
Fue el 3 de agosto cuando el departamento de Edificación de la DAU realizó una inspección para verificar la construcción, en donde resultó que la obra coincidía con lo autorizado, según declaró el arquitecto Güereña.
La obra es dirigida por el arquitecto Guillermo Raúl Alfaro Medina, quien, según Esparza, cuenta con una carta en dónde se otorga el consentimiento para iniciar la construcción que se realiza en el terreno propiedad de la señora Raquel Rothschuh, firmada por Silvia Bautista Téllez, antigua dirigente del comité de vecinos, quien fuera revocada por petición de la comunidad y con apoyo del delegado Eric Garibo.
“La carta que entregó Silvia Bautista no es un consentimiento de vecinos, ella ni siquiera es propietaria de una casa en Las Palmas”, señaló, ya que el documento no contaba con la firma de ningún habitante.
Además, los detalles de la construcción aún quedan ambiguos: “el arquitecto le comentó a mi vecina que era una plaza comercial de dos pisos, posteriormente yo vi los planos y aparentemente son cuatro locales comerciales y parece ser de un piso. Entonces ya no sé qué creer, el mapa viene de un piso”, declaró.
Según declaró el titular de la DAU, el 15 de agosto se entregó el citatorio con folio N° 591 a la propietaria de la obra donde se suspende indefinidamente. Sin embargo, aunque el proyecto está suspendido, los sellos aún no han sido colocados.
Entre las afectaciones a largo plazo a las que no desean enfrentarse, se encuentran: el deterioro en la calidad de vida, disminución de la presión del agua en los inmuebles, falta de estacionamientos, mayor producción de basura y contaminación ambiental y congestionamiento vehicular.
“Estamos solicitando una moratoria para que ya no haya más permisos comerciales entre nuestras calles que no son comerciales, sino residenciales. Ahí también damos todos las razones, es un fraccionamiento muy viejo” agregó en la petición realizada al Instituto Metropolitano de Planeación (IMPLAN).
Los vecinos también se han manifestado con lonas colgadas a las afueras de sus casas que portan la leyenda: “¡Alerta! Vecinos de Las Palmas, no más locales en calle Sacramento, es zona residencial”. Mara Yáñez