Se fue ayer con el Señor
después de una larga vida;
sus nietos lo acompañaron
en la final despedida.
Ella animándolo siempre
y él con primeros auxilios;
cuando llega la ambulancia
se oye el último suspiro.
La brisa roza su rostro
mientras feliz desayuna;
al terminar la terapia
sándwich de nieve degusta.
Durante todo ese día
su familia lo acompaña,
y come cosas muy buenas
que le dan dulzor a su alma.
Pidió ser incinerado
para a la tierra volver;
lo decidió ya hace tiempo
con ánimo y mucha fe.
Se fue al lado del señor
aquel hombre tan jovial,
que disfrutó de la vida
y fue excelente papá.
En memoria del señor Jorge Roji Monroy:
con respeto para él y su familia.
Lourdes P. Cabral.
San Diego, CA.