Con el resurgimiento del proyecto denominado “Cimabus” por parte de la Universidad Autónoma de Baja California, para la “atención a estudiantes” de la zona Presa Abelardo L. Rodríguez-UABC Campus Tijuana, la élite de la Universidad ratifica sus afanes de ganancia y pone su grano de arena en la ofensiva por un monopolio en el transporte público, de pasajeros y turístico, mismo que impulsan los gobiernos de Morena-PT-PVEM.
La sociedad UABC-Transportes Verde y Crema se realiza para disputar el mercado y centralizar aún más las rutas del transporte, así como exprimir económicamente a jóvenes estudiantes y sus familias. Más allá de su probable participación de las ganancias derivadas del fortalecimiento del “holding” que domina toda la península, Grupo Empresarial Mar de Cortez (al que pertenece Verde y Crema), UABC aprovecha una nueva oportunidad de lucrar, por medio de tarifas diarias o semestrales en el servicio de transporte público.
Lo que no informan estos capitalistas ni sus instituciones es que extendiendo el monopolio capitalista se ataca al pueblo y se le coloca a su merced. Es un agravio contra trabajadores, pequeños permisionarios que ofrecen el servicio de transporte público; sin auxilio del gobierno, pero sí bajo su persecución y acoso. La UABC se involucra en el intento por despojar de permisos y puestos de trabajo a los hoy directamente agraviados -los gremios rojo y negro- y desde ya pone en la mira a nuevos sectores de trabajadores y permisionarios, propios de otros gremios.
La puesta en marcha de este proyecto ratifica que con la 4T nada ha cambiado a favor de las y los trabajadores, pero que todo debe cambiar. Continúa el corporativismo que ha caracterizado en México a la dominación de la burguesía. Detrás de las palabras del nuevo Rector de la UABC, a propósito del proyecto “contra la inseguridad” y “por el bienestar”, está la demagogia y el abuso a la economía popular de los estudiantes y sus familias; prosigue tanto la privatización como la arbitrariedad política de la cúpula de la UABC, siempre del lado de la oligarquía financiera, la reacción y el atropello a la juventud.
La UABC -aliada a Santander, entre los 20 principales bancos del mundo- anualmente impide el acceso a la educación a miles estudiantes. El poder de los capitalistas en UABC se consolidó desde que la institución y el Estado destruyeron -con represión y deportaciones forzadas al interior de la República- a los dos sindicatos democráticos de trabajadores, tras la huelga de 1980-1981.
Hoy en día, en sus campus no hay servicio que no esté tasado y cuya tarifa no sea susceptible de incrementos. Las cuotas semestrales, altísimas; y el programa de becas, mínimo. Los estudiantes de Valle de las Palmas son ignorados y entregados al despotismo del consorcio capitalista del transporte. La UABC puede garantizar transporte gratuito a sus estudiantes, pero sus acciones e ideas son propias de la gran propiedad privada; por esto le es ajeno ocuparse del bienestar de su alumnado. Subrayamos la hipocresía y lo antipopular de la actual maniobra de la UABC.
Estudiantes: cambiar esta situación requiere de una conciencia de lucha como hijas e hijos de clase trabajadora; de organizar un sindicato unificado y su vínculo con organizaciones como la Central Nacional de Estudiantes Democráticos (CNED); de la alianza con trabajadores hartos de la codicia del capital, hartos de lo que es y significa el Poder de los monopolios.
Al igual que PAN-PRI-PRD-MC, Morena-PT-PVEM tampoco representan los intereses de la clase obrera, los trabajadores, la mujer trabajadora, la juventud estudiantil y los pequeños permisionarios del transporte. Si el gobierno es sólo una junta que administra e impulsa los negocios de una minoría de capitalistas… lo que corresponde es la lucha antimonopolista, pues el Estado al servicio de los capitalistas no tiene razón de ser y debe ser enviado al basurero de la historia.
La lucha anticapitalista es contra la explotación y la arbitrariedad; por salud y educación pública; transporte gratuito y/o a bajo costo; la salvaguarda del patrimonio frente a la voracidad de empresas o monopolios regionales y nacionales; la satisfacción de las necesidades populares; y una nueva sociedad, liberada de los males de la acumulación del capital, dirigida por el Poder Obrero.
Atentamente,
Óscar Galindo,
Comité Regional del Partido Comunista de México en Baja California.
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