Es de los crímenes más atroces que se han visto en el México contemporáneo, donde los grupos de la delincuencia organizada han atentado de forma impía contra la juventud y personas ajenas al delito. Ahora fueron cinco jóvenes los que pagaron con su vida la impunidad de que gozan los criminales, al ser, primero, privados ilegalmente de su libertad, después torturados, obligados a agredirse entre ellos, y finalmente incinerados; dejando conmocionados no sólo a sus familias y los habitantes de Lagos de Moreno, en la Región de Los Altos de Jalisco, sino a todo el país.
Antes fueron, también en Jalisco, levantados y desmembrados sanguinariamente ocho jóvenes que trabajaban en un call center clandestino en Zapopan, en el mes de junio; luego, en julio, seis personas (entre policías y civiles) que murieron en un escenario similar al de guerra, al explotar minas terrestres en Tlajomulco de Zúñiga; y ahora, en agosto, en Lagos de Moreno el caso de estos muchachos, que fueron mostrados a través de un video, torturados y presumiblemente muertos. El común denominador, además de la entidad federativa, es el presunto protagonista de estas historias: Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que opera con la permisibilidad que consienten los tres niveles de gobierno.
Este último evento criminal llenó de terror e indignación a la nación entera, luego de que trascendiera la desaparición de los cinco jóvenes de entre 19 y 22 años, el 11 de agosto, en la región alteña, y horas después se difundió una fotografía donde se observa a los chicos arrodillados, amordazados con cinta plateada y las manos atadas hacia la espalda; así como un video en el que una de las propias víctimas golpea salvajemente a uno de sus amigos, para finalmente cercenarle el cuello con un cuchillo, al parecer obligado por sus captores.
Primero fueron encontrados los restos humanos calcinados de una persona dentro de un auto incinerado en una carretera. Después, también carbonizados, los restos óseos y los cráneos de cuatro personas más en una bodega en una zona rural. Las autoridades no pueden asegurar preliminarmente que se trata de las cinco víctimas, pues tienen que realizarse pruebas periciales de medicina y perfil genético (ADN), así como demás relacionadas con identificación humana y otras ramas de las ciencias forenses; sin embargo, la corazonada de los propios familiares hace temer lo peor.
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De esta desgracia se ha ocupado el propio Gobierno de Jalisco a través de la Fiscalía Estatal, pues hasta el momento -como en los dos hechos anteriores- el Gobierno Federal no ha ejercido la facultad de atracción sobre las investigaciones que la ley le confiere por tratarse de casos de la delincuencia organizada. Incluso existe un desdén del Presidente Andrés Manuel López Obrador para hablar de estos temas, y ha preferido hacer chistes o poner canciones para evadir las preguntas de periodistas sobre la inseguridad y la violencia en el país.
Autoridades estatales son las que, además de hacerse cargo de los restos humanos encontrados hasta ahora, localizaron un inmueble donde presuntamente estuvieron privados de la libertad los cinco jóvenes, en un sitio ubicado en la colonia Orilla del Agua, en el referido municipio. Ahí fueron asegurados diversos indicios que serán allegados a la carpeta de investigación, como manchas de sangre y calzado, que hacen suponer la presencia de los desaparecidos en ese lugar antes de ser movidos al punto donde presuntamente les prendieron fuego.
Lagos de Moreno es uno de los municipios con más personas desaparecidas en Jalisco, de acuerdo con datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas (RNPDNO), de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas (CNB). Hasta ahora se tiene una cifra de 565 desaparecidos, de los cuales 466 son hombres y 99 mujeres. Sólo 158 de las personas han sido localizadas, 84 de ellas sin vida, lo que muestra la gravedad de la situación que priva en esa demarcación con más de 111 mil 500 habitantes y limítrofe con los estados de Guanajuato y Aguascalientes.
LOS HECHOS
El viernes 11 de agosto de 2023, Roberto Carlos Olmeda Cuellar y Diego Alberto Lara Santoyo, ambos de 20 años de edad; Uriel Galván, de 19; Jaime Adolfo Martínez Miranda, de 21; y Dante Cedillo Hernández, de 22; amigos entre sí, fueron vistos por última ocasión en el Mirador de San Miguel, en Lagos de Moreno, donde se habrían reunido con la intención de acudir a las fiestas locales, además de encontrarse con una sexta persona. Sin embargo, llegada la noche, sus familiares no volvieron a tener comunicación con ellos y denunciaron su desaparición ante autoridades municipales y las oficinas de la Fiscalía del Estado.
Ese mismo fin de semana, ante la angustiante ausencia de los muchachos, padres, hermanos y amigos de los jóvenes realizaron manifestaciones para exigir al gobierno su búsqueda y localización, sin tener resultados positivos a su reclamo. La Fiscalía se limitó a emitir un post en línea, mediante el cual aseguraban que “La Fiscalía Especial en Personas Desaparecidas (FEPD) realiza un operativo de búsqueda de los cinco jóvenes desaparecidos en el municipio de #LagosDeMoreno”. El mensaje fue ilustrado con una fotografía de elementos de diversas corporaciones que encabezaban el operativo.
Fue la tarde-noche del lunes 14 cuando a través de redes sociales circuló la fotografía y el video, que alteraron las sensaciones y sentimientos no sólo de los familiares, sino de la sociedad mexicana entera, al observar las condiciones en las que las víctimas se encontraban y la presunción de su posible homicidio. El coordinador del gabinete de seguridad en la entidad, Ricardo Sánchez Beruben, descartaba para esa hora que los jóvenes fueran víctimas de violencia, al no tener la certeza de la fiabilidad del material gráfico y basado en los puntos de las cámaras del C5 Escudo urbano, instaladas en el municipio.
DOS HIPÓTESIS
Los gráficos dispersados en redes sociales, tanto la fotografía donde se aprecia a los cinco jóvenes hincados, torturados y con la boca sujeta con cinta adhesiva, así como el terrible video de imágenes indescriptibles, hacían alusión al “MZ” a partir de emoticones y etiquetas agregadas digitalmente.
Dichas iniciales vinculadas con el “Mayo Zambada”, y al hecho de que el municipio de Teocaltiche, también ubicado en la misma región geográfica, es territorio dominado por el Cártel de Sinaloa (CDS), encabezado por el jefe de plaza Mario González Martínez; único de los 125 municipios jaliscienses al que el Cártel Jalisco Nueva Generación, desde su conformación, no ha podido ingresar, lo que ha generado un clima de extrema violencia en esa zona.
En este contexto, la hipótesis inicial apunta hacia la autoría criminal por parte de elementos del Cártel de Sinaloa.
Sin embargo, al análisis del contexto delincuencial en la región, surgió una segunda hipótesis: que los autores de la masacre de los jóvenes serían miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación, que tiene asentamiento en Lagos de Moreno, y quienes, para desviar la atención y las pobres investigaciones ministeriales, habrían agregado las etiquetas de MZ, para adjudicar el atroz acto al Cártel de Sinaloa.
Aun cuando se desconoce el móvil que tendrían para levantar y asesinar a los jóvenes, los investigadores suponen la participación del CJNG, dada su autoría en los recientes hechos de violencia en aquella región de Jalisco, como los ocho jóvenes desaparecidos y asesinados que trabajaban en un call center, o los policías y civiles asesinados con explosivos en Tlajomulco de Zúñiga.
El caso de los cinco jóvenes, podría ser similar al de los ocho trabajadores del call center, que, por una pequeña y aparentemente inadvertida acción, despertaron el apetito asesino y de venganza del cártel Jalisco Nueva Generación; lo cual no necesariamente los involucra en actividades criminales, pero sí cercanos a algún círculo delincuencial, por oportunidad o equivocación.
CONFIRMAN QUE SÍ SIN LOS DEL VIDEO
El caso dio un vuelco para el martes 15, al confirmarse que las personas que aparecían en foto y video sí eran los desaparecidos, a los que sus familiares identificaron en una reunión encabezada por la titular de la Fiscalía Especial en Personas Desaparecidas (FEPD), Blanca Jacqueline Trujillo Cuevas. Esa madrugada, sobre la carretera Lagos de Moreno-Encarnación de Díaz, fue localizado un automóvil VW Jetta totalmente calcinado, perteneciente a uno de los jóvenes, y en cuyo interior hallaron restos humanos, al parecer correspondientes a una persona.
Por medio de un videocomunicado encabezado por el fiscal de Jalisco, Luis Joaquín Méndez Ruíz, se confirmó tanto la información del hallazgo del cadáver como la veracidad del violento video. Además, se dio cuenta de la localización de otro vehículo, un VW Pointer de otro de los desaparecidos, que estaba en el Mirador de San Miguel; y un cateo en una vivienda donde se localizaron un arma larga tipo “cuerno de chivo”, así como placas de vehículos robados, bolsas y mochilas con dosis de droga empaquetadas para su venta y otros indicios.
Por su parte, Ricardo Sánchez Beruben adelantó que el Gobierno de Jalisco solicitaría a la Fiscalía General de la República que ejerza su facultad de atracción sobre las pesquisas, aunque hasta el momento la dependencia federal se ha negado a colaborar en investigaciones anteriores, como la antes referida desaparición y asesinato de ocho jóvenes de un call center de Zapopan y el atentado con explosivos en Tlajomulco de Zúñiga, “ya que los indicios que se tienen al momento dan la presunción de que puede existir la participación de grupos criminales, parte del delito de delincuencia organizada; competencia de la Fiscalía General, al ser un delito federal”.
La tarde noche del miércoles 16, elementos de la Policía Municipal de Lagos de Moreno atendieron el reporte de un incendio registrado en una bodega, ubicada en la comunidad de La Troje, donde fueron localizados restos óseos calcinados que al parecer corresponden a cuatro personas. La Fiscalía del Estado confirmó el hallazgo hasta la mañana siguiente. A través de la Fiscalía Especial en Personas Desaparecidas (FEPD) se investiga si los referidos restos son los de los desaparecidos. En el inmueble, a unos 40 kilómetros de la cabecera municipal y unos 18 de los límites con el estado de Aguascalientes, los agentes localizaron restos óseos y cuatro cráneos con huellas de calcinación en su totalidad.
Policías de Investigación y personal del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) se trasladaron al lugar de intervención. Peritos realizaron la fijación y recolección de los indicios, en tanto que los segmentos fueron trasladados al Servicio Médico Forense (Semefo). Debido a la calcinación de los restos no fue posible determinar rasgos físicos, edad o sexo de las víctimas, por lo que en investigación de gabinete serán los expertos forenses los encargados de establecer las causas de muerte como la posible identidad de las víctimas.
El jueves 17 de agosto, el diario El Universal publicó una presunta línea de investigación hasta ahora no confirmada por autoridad alguna. Citando información de fuerzas federales de seguridad, el medio destaca que dos días antes de desaparecer, por lo menos dos de los cinco muchachos habrían contactado a un conocido, que estaba relacionado con un call center que ofrecía un trabajo temporal como guardias de seguridad privada. El presunto contacto estaría identificado por las autoridades como operador del Cártel Jalisco Nueva Generación en las plazas de Lagos de Moreno y Encarnación de Díaz.
REACCIONES
Con la moral por los suelos, pero sin rendirse hasta encontrar a los suyos, familiares de las víctimas realizaron una misa para pedir por los desaparecidos. Armando Olmeda, padre de Roberto Carlos, aseguró que no quiere castigo para nadie, sólo quiere saber de su vástago: “No buscamos responsables, sólo busco a mi hijo. No voy a hacer nada contra nadie, sólo quiero a mi hijo… sólo eso. No deseo nada más”. También Ana Miranda, hermana mayor de Jaime, llora la ausencia de su ser querido, al que describió como un chico muy feliz que gustaba de bailar y era la alegría de su casa.
Mientras la tristeza y la zozobra no cesan en las victimas indirectas, el Presidente Andrés Manuel López Obrador evadió hablar del tema cuando fue cuestionado por reporteros; procedió a taparse un oído y después el otro (haciéndose el sordo), para contar un chiste: “Ayer me decía un amigo, decía que le decía su esposa: ‘Que me des 200 pesos para ir al mercado’. ‘No oigo, háblame por acá, por el otro oído’. ‘Que me des 500 pesos para ir al mercado’. ‘Mejor te doy los 200’. Bueno, adiós”. Y así cerró su conferencia mañanera del miércoles 16 de agosto, negándose también a hablar del hallazgo de 13 cuerpos humanos desmembrados en Poza Rica, Veracruz. Un día después se justificó, al asegurar que por el griterío no escuchó que le preguntaran sobre el caso, por lo que rechazó ofrecer disculpas por el chascarrillo.
Las reacciones en el ámbito político no se hicieron esperar. Santiago Creel Miranda, ex presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión y aspirante a encabezar la Alianza Va por México, escribió en redes sociales: “¿Cómo puede el Presidente reírse de lo sucedido en Lagos de Moreno? El nivel de bajeza que muestra ante las tragedias no tiene nombre. Respete la investidura del cargo que ostenta y, más importante, respete a su país. Hoy México sufre por exactamente esa actitud sobrada, irresponsable y tóxica”.
Por su parte, Xóchitl Gálvez Ruiz, senadora del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN), también aspirante a abanderar la mencionada coalición con vista a las elecciones de 2024, fue más concreta, pero igualmente crítica, al postear en redes: “¡Qué poca empatía del Presidente con el dolor de los padres!”.
Marko Cortés Mendoza, presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, también apuntó: “Hoy @lopezobrador_ tuvo el cinismo de burlarse del asesinato de los jóvenes en Lagos de Moreno. Presidente, callar es complicidad y usted es culpable de que México esté bañado en sangre. Toda mi solidaridad y mis condolencias a los familiares de las víctimas”.
A estos pronunciamientos fue a los que López Obrador califico de calumnias y dijo en la mañanera del 17 de agosto “Empezaron a gritar y no escuché nada, nada, tan es así que por eso conté ese chiste; y sin ningún fundamento, de manera perversa, sostuvieron todo el día de ayer de que yo me había burlado cuando me preguntaron sobre los jóvenes que asesinaron, desaparecieron, en los Altos de Jalisco. Toda una mentira, una infamia. No tengo por qué ofrecer disculpas porque sencillamente fue un invento”. Aseguró que su administración está colaborando en las investigaciones, con elementos antisecuestro de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, y que será la Fiscalía General de la República la que decida si atrae o no el caso.
Enrique Alfaro Ramírez, gobernador de Jalisco, se ocupó del tema hasta el miércoles 16 -igual que el Presidente- para asegurar que detrás del hecho estaría la delincuencia organizada. El mandatario respaldó a su coordinador del gabinete de seguridad y esgrimió que es de esperarse que la Fiscalía General de la República colabore e investigue los hechos criminales de su competencia, aunque dijo que “nosotros vamos a seguir haciendo lo que nos toca”.
El mandatario jalisciense señaló que se reunió con parte del gabinete de seguridad y con el presidente municipal de Lagos de Moreno para revisar los avances del caso, y garantizó que hay comunicación directa con los familiares de las víctimas. “Se está viviendo un momento de ataques irracionales, violentos y directos a la estabilidad de Jalisco”, agregó Alfaro, que exige una reacción del Estado mexicano.
Por su parte, Catalina Castillo, coordinadora de un grupo de búsqueda de personas desaparecidas, afirmó que la inseguridad que se palpa en Lagos de Moreno y la constante desaparición de personas mantiene a la población en vilo; pero no ocurre únicamente en ese municipio, sino en todo el estado y el país, pues desde que los cinco jóvenes fueron privados de la libertad el 11 de agosto, ya se conocía de por lo menos otros cinco casos de personas desaparecidas, sólo que no contaban con los reflectores mediáticos, por ser individuales. Lamentó que en una región y municipio importante sean menos de 10 personas las encargadas de buscar a quienes desaparecen ahí.
La directora del Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia del ITESO, Alejandra Nuño Ruiz Velasco, lamentó que el fenómeno de desapariciones en Jalisco se ha agudizado ante la mirada de las autoridades, que muestran poca empatía hacia los familiares de las víctimas, y tan sólo en la última semana, previa al cierre de esta edición, se publicaron 26 cédulas de búsqueda de personas desaparecidas en Jalisco, correspondientes a 13 municipios. Entre las demarcaciones se encuentran Atotonilco el Alto, Cabo Corrientes, Encarnación de Díaz, Lagos de Moreno, Mazamitla, Ocotlán, y Villa Purificación, así como los municipios metropolitanos de Tlaquepaque, Tlajomulco, Tonalá, El Salto, Guadalajara y Zapopan.
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