En distintos puntos de la república mexicana, hay hombres y mujeres que buscan afanosamente a seres queridos que han desaparecido. Los impulsa su deseo de encontrar sus restos para “darles cristiana y digna sepultura”. Tienen la corazonada que no los encontrarán vivos.
Los medios de información, un día sí y otro también, presentan cifras de secuestrados, desaparecidos o asesinados. La necrofilia es el ingrediente más destacado diariamente para información de los mexicanos. Todo ello duele, preocupa, desespera ante ese arrebato de vidas humanas que por las cifras, superan a guerras y a pandemias. Roberto, Diego, Uriel, Jaime y Dante, muchachos jóvenes que tuvieron su fin en Lagos de Moreno, Jalisco; eso ha calado muy hondo.
La difusión de sus vidas, actividades y el motivo que les hizo salir de sus comunidades para participar en una Feria; la edad misma de ellos, chamacos que recién habían pasado la adolescencia, concitó la preocupación, la simpatía y el deseo de que se encontraran con vida. Pero pronto un video y fotografías desalentaron a sus familias y por supuesto a todas las personas que oraban por ellos.
Quienes los tenían secuestrados, nos hicieron llegar las más bajas e indignas formas de dañar los cuerpos y sentimientos que esos muchachos se profesaban entre sí. Los enfrentaron individuos de mentes enfermas de maldad y carentes de algún sentimiento que los humanizara. Exhibir esa bajeza ¿los haría superiores? ¿Los colmaría de valores e inteligencia? Todo parece indicar que los cinco muchachos fueron asesinados.
Y debe ser un reclamo unánime para que las autoridades capturen a esos individuos y les apliquen la ley. Los muchachos no pueden quedar en estadísticas, como es la costumbre porque propicia la impunidad. Juan Pablo II al final de su Encíclica Evangelium Vitae, escribió: “¡Respeta, defiende, ama y sirve a la vida, a cada vida, a cada vida humana! ¡Sólo así encontraras justicia, desarrollo, libertad, paz y felicidad!”.
Nota 1. Los peloteritos tijuanenses en la Serie Mundial de Ligas Pequeñas, han llenado de entusiasmo y orgullo. Obtengan o no el campeonato, sus actuaciones al final fue un ejemplo. Felicidades a ellos, a su entrenador y a los padres y madres de familia, que son sus más entusiastas patrocinadores.
Nota 2. Los nuevos personajes que han sido inmortalizados al ingresar al Salón de la Fama del Deporte, nos permitió conocer sus historias de éxito, resultado de la tenacidad y sacrificios. Ahí en la Torre de Agua Caliente está toda la información, para que conocerla sirva de ejemplo. La entrada es gratuita.
Nota 3. Ulises Méndez tiene capacidad y experiencia en tema de seguridad, debería ser llamado al Gobierno del Estado. Aunque no sea amigo nuestro ni de la gobernadora.
Luz Elena Picos es directora de Red Social de Tijuana.
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