“Estoy muy enojado con el sistema de salud de nuestro País, que no es como en Dinamarca, como dice el Presidente -Andrés Manuel López Obrador-, porque nuestra gente se nos está muriendo; es gente que produjo dinero para el Seguro Social por tantos años, y ahora que están mal, no les hacen caso”, comentó Andrés Durón, familiar de un derechohabiente del IMSS con cáncer.
El padre de Andrés fue diagnosticado con cáncer en cuello y cabeza en mayo de 2022; le programaron cirugía, la cual se realizó hasta octubre del mismo año, en donde le extirparon siete ganglios del cuello, tres de ellos con células cancerígenas.
El protocolo indica que una vez saliendo de cirugía, se deben de programar la radio y quimioterapia, sin embargo, al acudir a la Clínica de Displasias les informaron que no había citas, pues no tenían equipo.
En marzo se comunicaron al departamento jurídico del IMSS en Ciudad de México, en donde lograron ser atendidos en Ciudad Obregón, Sonora. La primera cita fue en mayo, para hacerle estudios, y la segunda en junio, donde ya está por finalizar las 30 sesiones de radioterapias recetadas.
El lunes 26 de junio fue citada en la clínica de Displasias, la cual ya está operando con el nuevo acelerador, sin embargo, le comentaron que le están dando prioridad a los pacientes de 2022 que están en la lista de espera.
Más de un año
ZETA documentó la falta de este aparato en agosto del año pasado, en donde ya varias personas habían esperado hasta cinco meses para recibir su tratamiento; en ese entonces se afirmó que a partir de marzo de 2023 se podría utilizar el nuevo acelerador lineal, pues estaban trabajando en el espacio donde se iba colocar.
Pero fue apenas la última semana de junio cuando los derechohabientes del IMSS comenzaron a ser llamados para recibir sus radioterapias, el cual está capacitado para brindar hasta 40 sesiones por día.
El 6 de junio de 2023 la delegada del IMSS en Baja California y San Luis Río Colorado, Desirée Sagarnaga Durante, rindió su tercer informe de actividades, en donde presumió la compra de dos aceleradores lineales, uno de baja intensidad y otro de alta.
En su discurso, señaló que el primero se inauguraría el siguiente lunes 12 de junio, mientras que del otro esperarían la visita de Zoé Robledo, director general de la institución, para hacer el acto protocolario. Al final no se hizo la inauguración protocolaria, pero comenzó a operar desde el 26 de junio, de acuerdo a los mismos pacientes; aunque por la saturación, muchos deberán esperar a que se atiendan a los más urgentes.
Uneme saturado
También en la presentación de su informe de actividades, Sagarnaga Durante presumió que los pacientes no se quedaron sin atención, sino que estos fueron canalizados a la Unidad de Especialidades Médicas (Uneme) de Mexicali, correspondiente a la Secretaría de Salud.
Sin embargo, ésta también se encuentra saturada, no sólo por los pacientes propios del Insabi, sino porque también da el servicio a los de Issste e Issstecali y no se da abasto.
Cabe mencionar que el acelerador lineal del IMSS en Tijuana da atención a pacientes de Ensenada, Rosarito, Tecate y San Quintín, mismos que también han tenido que ser canalizados y esperar su turno en Mexicali.
De acuerdo con información de la Secretaría de Salud, la Uneme de Mexicali atiende en promedio de 65 a 75 pacientes del IMSS al mes; asimismo, de 20 a 30 pacientes de Issste; y de Issstecali, de 30 a 35 pacientes.
El número de tratamientos diarios es de 75 a 78 de lunes a viernes, es decir dos mil 340 sesiones máximas al mes.
Máquina vieja
José Adrián Medina Amarillas, titular de la Secretaría de Salud, confesó a ZETA que el acelerador que opera en Uneme Mexicali ya está viejo, pues generalmente tiene un promedio de vida de 10 años, mientras que éste tiene más de 12.
Sin embargo, aunque se ha solicitado la adquisición de otros dos equipos, uno para Mexicali y otro para Tijuana, a nivel federal no se ha autorizado la compra, por lo que sólo se hizo una actualización de software, que le dará alrededor de cinco años más de vida.