Ante el riesgo “importante” de que se establezca una “psicología inflacionaria, en la que los aumentos de salarios y precios comiencen a reforzarse entre sí”, es posible que las tasas de interés deban mantenerse más altas durante más tiempo.
Si los bancos centrales endurecen más sus medidas o las mantienen así por más tiempo para lograr la estabilidad de precios, el riesgo de tensión financiera aumentará, alertó Agustín Carstens Carstens, gerente General del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés).
El organismo que agrupa a bancos centrales del mundo indicó que los avances logrados contra la inflación se deben en gran medida a la relajación de las cadenas de suministro y la caída de precios de las materias primas, pero los mercados laborales aún están ajustados y el crecimiento de los precios de los servicios ha resultado más difícil de controlar.
El desafío político sigue siendo controlar por completo la inflación. “Los bancos centrales están comprometidos a mantener el rumbo para restaurar la estabilidad de precios y proteger el poder adquisitivo de la población”, manifestó el ex secretario de Hacienda mexicano.
Desde su perspectiva, los gobiernos deben ajustar sus presupuestos, al tiempo que orientan el apoyo a los más vulnerables y se embarcan en una consolidación a largo plazo de sus gastos. Esto ayudaría a frenar la inflación y mantener bajo control los riesgos de estabilidad financiera, al reducir la necesidad de que los bancos centrales mantengan las tasas más altas por más tiempo.
El 22 de junio, el Banco de México (Banxico) decidió por unanimidad mantener sin cambios la tasa de interés de referencia, ubicándose en 11.25%. Según el anuncio de política monetaria, si bien los pronósticos para la inflación general se ajustaron marginalmente a la baja para algunos trimestres, se sigue anticipando que la inflación converja a la meta (3% +/- un punto porcentual) en el cuarto trimestre de 2024.
El banco central mexicano estimó como riesgos al alza de la inflación la persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados; la depreciación cambiaria ante eventos de volatilidad financiera internacional; mayores presiones de costos y presiones en los precios de energéticos o agropecuarios.
En tanto, la desaceleración de la economía global mayor a la anticipada podría contribuir a la baja de la inflación, un mejor funcionamiento de las cadenas de producción y distribución; aunado a un efecto mayor al previsto de las medidas del Gobierno Federal ante la carestía. En la primera quincena de junio del año en curso, la inflación tuvo un incremento quincenal de 0.02%, ubicándose en 5.18% a tasa anual. En Tijuana, la inflación anual se situó en 4.58%, y en Mexicali en 5.92%, las más bajas desde 2021, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.