Luis Martín Sánchez Íñiguez, corresponsal de La Jornada, fue desaparecido el 5 de julio junto a su compañero Jonathan Lora Ramírez, y encontrado sin vida el sábado 8, por lo que suman cuatro comunicadores asesinados en lo que va del 2023.
El cuerpo fue hallado en las inmediaciones del poblado de Huachines, en Tepic, Nayarit, maniatado, cubierto con bolsas y con un mensaje pegado.
Cecilia -su esposa- y Luis Martín habían viajado a Acaponeta, pero él se regresó a Tepic, pues tenía asuntos que atender al día siguiente; alrededor de las nueve de la noche le comentó que ya estaba en su casa, pero que se había ido la luz, y ya no supo de él.
Su esposa mencionó que en su casa falta el equipo del cómputo, su celular, un disco duro y sus sandalias, pero sí estaba la ropa que había usado el miércoles y su cartera; aunque faltaba su credencial como corresponsal.
Ante su desaparición, el gremio periodístico de Nayarit emitió un comunicado exigiendo a las autoridades de los tres niveles de gobierno, esclarecer el crimen, transparencia en el proceso de investigación, y condenó los hechos al atentar contra la libertad de Expresión.
El lunes 10 de julio se llevó a cabo una protesta pacífica simultánea, en varias ciudades de la República, exigiendo a la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Libertad de Expresión (Feadle) de la Fiscalía General de la República, resolver los casos de los 39 periodistas asesinados en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, incluyendo los cuatro de este 2023, de acuerdo con información de la asociación civil Artículo 19: Gerardo Torres Rentería y Pablo Salgado, de Guerrero; Marco Aurelio Ramírez, de Puebla; y Luis Martín Sánchez Íñiguez, de Nayarit.
Mirella Cuéllar, directora de La Jornada Baja California, señaló en la protesta realizada en Tijuana que este es un mensaje de impunidad que se está enviando desde la silla presidencial.
“Cada vez que nos reunimos aquí, decimos ‘Ni uno más’, pero yo ya no sé qué le tenemos que decir al Estado mexicano para que, de una vez, le ponga un alto a todos aquellos que creen que matar a un periodista, o matar a cualquier ciudadano en este país, es cualquier cosa…”, declaró.
Cuéllar recordó el homicidio de Miroslava Breach, de Chihuahua; de Javier Valdez, de Sinaloa; y ahora el de Martín Sánchez, en Nayarit. Todos corresponsales de La Jornada. “Da rabia, coraje, desesperación lo que está pasando en este país a los periodistas”, comentó sobre sus compañeros caídos.
