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jueves, septiembre 28, 2023
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Miradas encontradas

Retratando personajes complejos en situaciones vulnerables, cineastas tijuanenses visibilizan temas de salud pública, abandono social y lucha contra las adicciones en los documentales “Norte” (Natalia Bermúdez) y “Zona Norte” (Javier Ávila), trabajos cinematográficos que referirán a Baja California en la vigesimosexta edición del Festival Internacional de Cine de Guanajuato

Caminando al lado de la complejidad de sus protagonistas, en escenarios frágiles y sobre el contexto de la frontera Noroeste de México, los jóvenes documentalistas Natalia Bermúdez y Javier Ávila no sólo fotografían la adicción a las drogas, sino que se sumergen a esos mundos invisibilizados por la sociedad y que toman mayor foco con el aumento de la crisis mundial de salud a causa del consumo de estupefacientes.


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Visibilizan abandono social por adicción a las drogas

Por un lado, Bermúdez, quien suma créditos como guionista, directora y fotógrafa en títulos como “Marea alta”, “Cenizas de la gloria”, “Entre las 8 y las 9”, “Calendario de reconstrucción” y “Stories of a Generation”, aborda en su ópera prima “Norte” el filme más sincero y honesto, planteando que a veces es necesario perderse en todas las latitudes para lograr encontrar el Norte:

“Es el único trabajo en el que entremezclé el ser directora y sentirme afectada filmando a mi hermano Rodrigo y a mis padres (Flor Fierro y Álvaro Bermúdez), como hacer una operación a corazón abierto. Es una película pertinente, con alma, que no es comercial, pero tiene mucha fuerza para resonar, en la que me expuse por completo”, señaló a ZETA la egresada del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), quien retrata a su hermano en el camino a la recuperación de su adicción a ácidos, marihuana y cocaína, y que debutará en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF), donde años antes estrenó su corto “Golden Malibú”.

Tijuanenses retratan su entorno

“No creía que las películas pudieran ser catárticas, incluso me cuestioné por qué usar presupuesto del país para filmar, pero entendí la responsabilidad y ‘Norte’ cambió mi percepción. Este ejercicio de brutal sinceridad conecta con la gente, me di cuenta de que hay un problema enorme de acción y que no vemos porque está normalizado. Filmar a mi hermano es una historia de amor y de lo que ocurre alrededor, y sin victimizar a nadie, muestro la complejidad dentro de mi familia y de acompañamiento a Rodrigo en esta especie de detox a mi hermano, a quien culpé de haberme arrebatado mi niñez”, expuso.


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“Quizá la temática queda fuera de modas audiovisuales y de lo que buscan otros festivales de cine, pero insisto, es pertinente y esperanzadora con la música como un cauce del día a día de la recuperación, y el documental no tiene un final más que ser un parteaguas para que él y yo pudiéramos conectar después del desentendimiento por tanto tiempo. Y bueno, retornar al GIFF es sintonizar con un canal de gente de cine, sobre todo de los públicos, gente común que va a tu proyección de forma gratuita, y como bajacaliforniana, muy emocionada y orgullosa de representar al Norte, el cual es otro personaje dentro de la trama”, señaló la tijuanense que competirá en la sección Cortometraje México del encuentro fílmico guanajuatense con “Apnea”, en el que desarrolla una historia de relaciones de abuso, al mismo tiempo que estrenará en enero una serie documental realizada junto a Everardo González.

Abogan por descentralizar el cine

Con relación a “Zona Norte”, su creador, Javier Ávila, egresado de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) y responsable de los títulos cinematográficos “Regina” (2013), “Bombay” (2017) y “Niña sola” (2018), mencionó que su nuevo proyecto fílmico se gestó por su intriga referente a las personas en situación de calle que transitan en Zona Centro, la canalización y la Carretera Internacional en Tijuana, así como la búsqueda por entender las circunstancias que orillaron a Alex, Hugo, Alan y Anthony a vivir en situaciones vulnerables y en el consumo de drogas, quienes “reflexionan sobre sus pasados y las relaciones ahora extintas con sus familias mientras convergen al margen de la sociedad, intentando sobrevivir a las hostilidades del entorno con el sueño en común de tener otra oportunidad de vida”.

“Recorrí la Zona Norte y el Bordo sin cámara, para interactuar y forjar relaciones con los que participan en programas de reducción de daños, donde se hacen intercambios de jeringas, les otorgan valoración médica e insumos limpios, con la finalidad de mostrar las historias detrás de estas personas que limpian carros, que invisibilizamos todos los días y que están ahí desde hace mucho tiempo. ‘Zona Norte’ atraviesa temas como el abandono social, el no acceso a servicios de salud pública”, señaló a ZETA Ávila, cuya línea de registro de su película enmarca: “Ya no perteneces a Estados Unidos y tampoco a México. Las calles de Tijuana son ahora tu hogar, un hogar que vives como purgatorio”.

“Tenía muy claro no hacer una película para aleccionar a los espectadores, sino marcar una línea de amor, empatía y respeto para encontrar miradas hacia temas implícitos como la migración, deportación, abandono social, a través de historias de vida y retratos que nos permitan intimar sin vulnerarlos, como sensibilización. Para mí es una obra artística audiovisual que expresa lo que me preocupa”, puntualizó el realizador, quien filmó el material entre 2019 y 2021, con apoyo de Instituto Mexicano de Cinematografía e Instituto Fílmico de Doha (Qatar).

“Hoy busco que se dé el diálogo y continuar mi proceso de transformación. Reflejar el México fronterizo, muy distinto en realidades al resto del país. Tijuana tiene el tema de desplazamiento y un montón de vidas seguirán siendo afectadas, por el abandono y consumo de estimulantes. Por un lado, mirar hacia y cómo en el núcleo familiar con la tecnología terminamos separándonos, y no prestamos tanta atención al presente; y por otro, este registro de un espacio y un tiempo, de historias que me interesa contar porque son de donde pertenezco, permiten abonar al tema de la descentralización del producto audiovisual”, apuntó sobre su nueva apuesta cinematográfica, agendada en el próximo recorrido itinerante de la plataforma Ambulante.

Referente a su futuro inmediato, Javier Ávila está plenamente interesado en crear comunidad en el gremio cinematográfico de Baja California, “estoy colaborando con otros cineastas, acercándome a proyectos no sólo como director, sino con el afán de producir y editar, para solidificar nuestra industria, el cine norteño, de la Baja, porque me interesa que se cuenten las historias de la entidad y, si puedo aportar para que salgan, lo haré, para que continúe esa motivación autoral no sólo para obtener recursos o reconocimiento, y en definitiva, no anclarnos en que tenemos que filmar en Ciudad de México”, finalizó.

Autor(a)

Roberto A. Partida Sandoval
Licenciado en comunicación por la UABC. Periodista de entretenimiento. Editor de Espectáculos. 22 años en ZETA. Apasionado por el cine, música, viajes, gastronomía, ciclismo, senderismo y aventura.
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