Un gallego dice a otro:
— Oye Manolo, pásame otro champú.
“Pero si ahí en el baño hay uno…”.
— Hombre, ¡pero este es para cabello seco y ya me lo he mojado!
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Al cruzar por delante de una vidriera, un gallego se ve reflejado en el cristal, lo que provoca que se pase todo el día pensando:
“¿De dónde conozco yo a ese tío que estaba en la vidriera? ¿Dónde lo he visto?”.
Por la noche, ya acostado, sigue dándole vueltas en la cabeza y al fin cae en cuenta:
“¡Ya lo sé! ¡Es él que se corta el pelo delante de mí en la peluquería!”.
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Varios astronautas se reúnen en la NASA.
Un ruso dice:
“Nosotros enviaremos un cohete a Mercurio, para estudiar la atmósfera de ese planeta”.
El de Estados Unidos interviene:
“Nosotros enviaremos un radar a la Luna para estudiar el interior de este satélite”.
Un gallego toma la palabra:
“Nosotros enviaremos un cohete al Sol”.
En ese momento, sus compañeros exclaman:
“¡Pero el cohete, al acercarse al Sol, se derretirá!”.
Y el astronauta gallego responde:
“Hombre, ¡no seremos tan brutos como para ir de día!”.
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En su viaje a Nueva York, Manolo compró un televisor para llevárselo a su familia.
Alguien le preguntó:
— ¿Es que no hay televisores en tu país?
“Claro que los hay, ¡pero los programas de aquí me gustan mucho más!”.
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Un gallego llega a una casa de citas:
— Hola, ¿cuánto cuesta una chica?
“Depende del tiempo”.
— Pues… supongamos que hace calor.
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— Oye, Manolo, ¿sabías que David mató a Goliat con su onda?
“Hombre, ¡sabía que ese gilipollas era un peligro con esa moto”.
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Un niño gallego pregunta a su padre:
— Papá, ¿dónde están los Andes?
“Pregúntale a tu madre, que es ella la que guarda todo”.
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— Oye, Antonio, ¿te enteraste que murió Paco?
“¡No te lo creo! Pero ¿cómo sucedió?”.
— Fue a tirar el cigarrillo por el balcón y olvidó soltarlo.
Autor: Un lector pesao.
Reflexión
Qué disculpa tan idiota decir: “Te mereces a alguien mejor que yo”. A ver: si alguien sabe que merezco algo mejor, soy yo y, aun así, ¡voluntariamente estoy dispuesto a conformarme contigo!
Autor: Un cretino.
A propósito de politiquerías
En una crisis tremenda en el país, AMLO y sus asesores están reunidos en Palacio Nacional:
— Señor Presidente, ¿quiere hacer algo?
“No sé, ¡pensemos!”.
— No, ¡hagamos algo en lo que usted también participe!
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¿Por qué al Presidente al final de su mandato le están diciendo “mesero hábil?”.
Porque se hizo peneque con el cambio.
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¿Por qué a cierto Presidente de Latinoamérica le dicen Noé?
¡Porque vive rodeado de animales!
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— Una vez conocí a un hombre que vivía con el salario mínimo y tenía de mascota a un unicornio rosado.
“No seas mentiroso, ¡nadie vive con el salario mínimo!”.
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— Señor Presidente, ¿es verdad que los ciudadanos de clase media están mejor?
“¡Por su impuesto que sí!”.
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— ¿Crees que en México hay más gente en la extrema derecha, o en la extrema izquierda?
“Bueno, ¡creo que hay más en la extrema pobreza!”.
Autor: Un fifí.
Cortitos
— Amor, eres toda ternera…
“Será ternura…”.
— ¡Ponte a dieta, por favor!
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Dos borrachos conversan sentados en la barra del café del barrio:
— Me gustaría una mujer que me lleve el café a la cama.
“Ay, compadre, ¡a mí me gustaría una mujer que me traiga la cama al café! ¡Hic!”.
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— Me despidieron porque estoy embarazada.
“¡Y también porque usas las disculpas más tontas, Carlos!”.
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— Cariño, estás obsesionado con el futbol y me haces falta.
“¿Qué dices? Cómo que falta, ¡si ni te he tocado!”.
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Un tipo va a inscribirse en la escuela de árbitros:
— Buenos días. Vengo a apuntarme para la carrera de árbitro.
“¡Pepe! Hay que tomarle los datos a este infeliz”.
— Un momentito. No soy ningún infeliz, ¿eh?
“¡Pepe! No vengas, este hombre no sirve para esto”.
Autor: Alguien que iba tarde a la oficina.