En consecuencia al siniestro ocurrido en Balandra, en el que una embarcación arrolló a la científica Alexandra Álvarez, ciudadanos se manifestaron en la ciudad de La Paz para exigir que las autoridades intervengan para detener la violencia marítima en la bahía.
Alexandra Álvarez encabezó el movimiento, recalcando que no sólo busca que su caso tenga eco, sino también hablar por muchos otros siniestros que no se han dado a conocer ante la opinión pública.
Expuso que hay una lista importante de ataques que las personas han sufrido por propelas en espacios de recreación.
“Expresar nuestro interés como ciudadanos de que este accidente que me pasó a mí no le vuelva a pasar a nadie más”, reiteró.
En su caso particular que sucedió el 25 de abril en Balandra cuando fue arrollada por la embarcación San Miguel III, mencionó que tardó más de una hora en llegar la lancha de rescate hasta el Área Natural Protegida (ANP).
Señaló que, salvo el paramédico de la unidad, todos los tripulantes carecían de conocimiento para atender una emergencia médica de esa índole.
Alexandra Álvarez también subrayó que, a dos meses del siniestro, el gobernador del Estado, Víctor Castro Cosío, no la ha recibido a pesar de que el mandatario ha declarado públicamente que la apoyará y que todos los procesos tienen su tiempo de espera.
A más de 60 días de este suceso que le cambió la vida y que le dejó lesiones considerables en la pierna derecha, aseguró que se ha enfrentado a la revictimización ya que prácticamente es obligada a hacer esta clase de manifestaciones en la calle para que la situación cambie y para exhibir que no se atienden los casos como se debe.
“Se sorprenderían la cantidad de personas que han sufrido ataques de propela tanto en La Paz como en Los Cabos. Es un llamado a las autoridades para proteger a los ciudadanos, parte de los derechos humanos es tener espacios libres para la recreación. Por los mares seguros de México, no queremos que esto vuelva a suceder”, expresó.
Enfatizó que no hay regulación y que, en este escenario, no se siguen las reglas si no se ve a la autoridad presente.
“En este caso, la Policía en el mar es la Semar y la Capitanía de Puerto. ¿Cuántas veces se le ve haciendo supervisión y vigilancia en el agua? ¿Por qué la Capitanía de Puerto no realmente regula el número de embarcaciones que salen y vuelven todos los días? ¿Dónde está realmente el dinero de nuestros impuestos trabajando para proteger a los ciudadanos?”, cuestionó.