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martes, octubre 1, 2024
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Eligio Valencia Roque

Usted, amable leyente, ¿recuerda haber conocido al ser humano perfecto? Ese hombre o mujer que por sus virtudes merecieran el adjetivo. A 52 años que iniciáramos esta actividad del periodismo, no hemos conocido hombre o mujer perfecta… Pero sí recibido de quien menos se esperaba acciones de bondad, que marcaron nuestra vida.

A principio de 1970, cerca de la cuaresma, ingresamos a El Mexicano, el intermediario fue Nicarlo, periodista de deportes, quien nos llevó con el entonces director Enrique Galván Ochoa. Él, que rogó tanto a periodistas para que se integraran al Gran Diario Regional, de pronto se le metió el chamuco y empezó a presionarnos a todos para que renunciáramos. Algunos lo hicieron, otros no.  En nuestro caso fuimos a presentar la queja a la Oficina de Conciliación con José Lino Ortiz, que era el jefe.

Después de muchos años y de ir ganando instancia tan instancia, llegó el momento de recibir la liquidación y el derecho de volver al sitio que correspondía. Desde enero de 1974, ya viviendo en la entrañable Ciudad de México, pocas semanas después de esa liquidación, recibí una llamada telefónica: “Hola Luz Elena, soy Eligio Valencia Roque y deseo hablar contigo”. Resultó que al que conocí como linotipista era el Director Gerente General.

Platicamos; él, con gran generosidad, dijo: “es mi deber reinstalarte en tu trabajo. Pero como estás fuera del estado, dime cómo podríamos cumplir con lo que nos ordena la autoridad”. Le propuse cuatro entrevistas al mes, temas que fueran de interés general y algún personaje del medio artístico. Eligio aceptó, fijó la cantidad de mis honorarios y así se puso punto final, algo que no había podido hacer por lo menos un director. No se cumplieron dos años cuando le avisé que regresábamos -mi esposo y yo- a Tijuana.

Pidió que lo fuera a ver. Y ese día me entregó un ejemplar de El Mexicano y dijo: “quiero una sección para la mujer, pero no sólo recetas, sino información que la actualice en todo lo que sea posible”. No pude aceptar, porque la idea era hacer radio; para eso me había preparado. Aceptó no sin antes decir que si necesitaba de él, no dudara en buscarlo. Y le tomé la palabra cuando resultó que el STIRT -y su mandamás- no daba el permiso para que usara el micrófono.

Eligio tomó el teléfono, habló con Mena y después de elogiarme le dijo “Yo respondo por ella”. Gracias a su intervención ingresé a XEXX, hasta que el STIRT me cerró el micrófono. Una tercera intervención: ordenó distribuir gratuitamente, encartada en su periódico, la gaceta Red Social. ¿Cómo no guardarle agradecimiento? QEPD Eligio Valencia Roque.

Luz Elena Picos es directora de Red Social de Tijuana.

Correo electrónico: redsocialtijuana@hotmail.com www.lagacetaredsocial.com

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Luz Elena Picos
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Luz Elena Picos Luz Elena Picos Luz Elena 16 luz@boltmedia.com.mx
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