El 27 de junio, la mezcla de petróleo de exportación se ubicó en 62.63 dólares por barril, debajo del precio establecido (68.7 dólares) en la Ley de Ingresos de la Federación. Con ello, el crudo mexicano acumuló una pérdida de 59% respecto al 10 de junio de 2022, cuando alcanzó los 105.61 dólares.
La tendencia a la baja en el precio del crudo y el “súper peso” provocaron un boquete de 98 mil 642.1 millones de pesos (-28.8%) en los ingresos petroleros en los primeros cuatro meses de 2023, según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
En contraste, el precio de los combustibles incrementó en México en el periodo de referencia. La gasolina Premium pasó de 23.88 a 24.44 pesos por litro en promedio, un alza anual de 2.34%, al 23 de junio del año en curso.
Mientras la gasolina Regular aumentó 41 centavos, de 23.28 a 23.69 pesos por litro, y el diésel tuvo un incremento de 36 centavos por litro, equivalente a 1.63%, al pasar de 21.96 a 22.32 pesos.
El martes 27 de junio, el West Texas Intermediate (WTI) cerró la jornada bursátil en el mercado internacional con una baja de 2.40%, situándose en 67.70 dólares por barril, mientras que el Brent del Mar del Norte descendió 2.71%, para ubicarse en 74.25 dólares. Ello, luego de que el Banco Central Europeo anunciara un nuevo incremento en su tasa de interés, el Banco de Pagos Internacionales (BIS por sus siglas en inglés) previera que seguirán las tasas de interés altas y que se mantendrán los temores de desaceleración económica global.