De acuerdo a datos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal de Tijuana (SSPCM), de 2022 a mayo de 2023, al menos 257 menores de edad fueron detenidos por la Policía Municipal por cometer distintos delitos, entre los principales se encuentran el robo, narcomenudeo, portación de arma de fuego y homicidio.
Según la estadística de 2022 de la SSPCM, 173 menores fueron detenidos: 52 por robo, 46 por narcomenudeo, 38 por portación de arma de fuego, 12 por homicidio, ocho por tentativa de homicidio, seis por lesiones, tres por daño en propiedad ajena, dos por privación ilegal de la libertad y el resto por otros delitos no especificados.
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De enero al 6 de junio del año en curso, 84 jóvenes fueron arrestados: 19 por robo de vehículo, 19 por robo con violencia, 19 por delitos contra la salud, 16 por portación de arma de fuego, cuatro por homicidio, tres por tentativa de homicidio, tres por lesiones y uno por daño en propiedad ajena.
Del total de 2023, 14 han sido detenidos en Zona Centro, 13 en El Florido, nueve en Delegación Playas, ocho en Sánchez Taboada, siete en Otay, seis en Presa Rural, cinco en La Mesa, cuatro en La Presa, tres en Centenario, Cerro Colorado, Santa Fe y Natura, respectivamente; y uno en San Antonio de los Buenos.
“Es una constante, estamos haciendo un trabajo importante en las escuelas, eso de alguna manera nos debe dar un resultado favorable. En algunos casos ya vemos que están involucrados en ataques delictivos, que ya pertenecen a una célula criminal y son jóvenes de 16, 17 años. Nos tenemos que preguntar cómo es que llegaron ahí, qué fue lo que nos falló como Estado, desde casa y desde la escuela para que estos jóvenes se fueran por el camino equivocado”, comentó el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, José Fernando Sánchez González.
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La directora de Prevención del Delito de la Secretaría de Seguridad, María Luisa Munguía, secundó que con programas como DARE, Jóvenes Cambiando sus Vidas y Policía Juvenil buscan impedir la deserción escolar y que los menores sean captados para el consumo o venta de sustancias.
En el transcurso del año, la Dirección de Prevención del Delito ha trabajado con 60 jóvenes de entre 12 y 17 años a través de Jóvenes Cambiando sus Vidas y 30 en Policía Juvenil, los cuales fueron sancionados por consumo de drogas. Entre los principales motivos que han identificado con los programas, están la desintegración familiar y falta de supervisión de los padres, facilitando que los menores caigan en el uso de estupefacientes y después se involucren en delitos.
“Hemos detectado más la desintegración familiar, a veces por necesidad los padres tienen que trabajar y los jóvenes se quedan solos hasta altas horas de la noche, y sin la supervisión de un adulto, a veces toman malas decisiones y son captados en situaciones que los pueden poner en riesgo”, mencionó Munguía.
