En medio de carros alegóricos, banderas arcoíris, música, risas y baile se llevó a cabo este sábado 24 de junio la tradicional marcha por el Día del Orgullo LGBTTTIQ en la Zona Centro de Tijuana a la que asistieron alrededor de ocho mil personas, entre miembros de la comunidad y aliades.
El recorrido inició a las 5:00 de la tarde en la calle segunda y Mutualismo del Centro hasta la calle Madero, de ahí hacia la calle nueve y regresando por la avenida Constitución hacia la Plaza Santa Cecilia, donde cerraría el evento con un concierto a cargo de la Sonora Dinamita.
Para los asistentes además de representar este un día de festejo, también es un método para seguirle recordando a la sociedad y a las autoridades que “existimos” y “merecemos vivir en paz sin ser víctimas de la homofobia, lesbofobia y transfobia”.
“Este día para mí representa mi fortaleza, no fue fácil decirle a mi familia sobre mis preferencias, y de hecho cuando les dije que soy lesbiana me corrieron; mi papá no me habló por tres años y mi mamá durante un año. Fue muy duro, pero ya no podía seguir viviendo bajo las expectativas de otros, yo quería ser libre. Esta es la prueba de que existimos le pese a quien le pese; merecemos vivir en paz sin ser víctimas de la homofobia, lesbofobia y transfobia; también somos seres humanos”, comentó Amy.
Este año la marcha tuvo la temática de la migración, pues según información de la Subdirección de Igualdad e Inclusión del XXIV Ayuntamiento de Tijuana refiere que a esta ciudad han llegado 200 migrantes pertenecientes a la comunidad LGBTTTIQ de distintas nacionalidades, quienes salieron huyendo de sus países de origen debido a la homofobia y discriminación.
Entre los principales países a los que pertenecen los migrantes desplazados están Colombia, Venezuela, Guatemala y El Salvador.
Realizan llamado a frenar violencia hacia mujeres trans
Susana Barrales, directora de la asociación “La Casita de Unión Trans” en Tijuana, acudió a la marcha a bordo de un carro alegórico y portando un vestido cubierto de manos ensangrentadas, así como alas en la espalda para hacer un llamado a la sociedad para parar la violencia hacia la comunidad LGBTTTIQ, en especial los transfeminicidios.
“Mi vestuario es representativo hacia toda la gente que ha muerto; todavía hay mucho que trabajar, yo sé que hay apertura, pero falta conciencia y tener un poco más de poder para que no siga habiendo esos asesinatos y sobre todo hay que hacer esa inclusión entre toda la sociedad; ya no queremos más muertes en la comunidad trans”, expresó.
De acuerdo a datos de la Fundación Arcoiris solo en 2020 México registró 43 asesinatos de miembros de la comunidad LGBTTTIQ de los que 21 fueron de Veracruz, 6 de Chihuahua, 5 de Michoacán, 3 de Guerrero, 3 de Jalisco, 3 de Ciudad de México, 1 de Nuevo León y 1 de Baja California.
En 2021 en Baja California hubo dos asesinatos de mujeres trans, el primero fue el de Kendra de 26 años, quien fue encontrada muerta al interior de su domicilio en Tijuana y en noviembre del mismo año, el de Alicia Díaz, una joven activista transgénero de 25 años que apareció degollada en el barrio Munguía en Ensenada.