Las elecciones en los estados de Coahuila y Estado de México roban la atención, porque la noche del domingo 4 de junio dará freno o impulso al régimen morenista, muy teñido de jóvenes, y contaminado de priistas y panistas por la falta de cuadros técnicos-políticos experimentados del primer círculo presidencial. Pero cuyo mandatario detuvo el reloj a la derecha más corrupta y entreguista en cuatro décadas del México contemporáneo.
En Coahuila, propiedad del rancio priismo por casi un siglo, está la parte más oscura de los desacuerdos de la alianza de la 4T. Primero lanzan encuesta que gana el ingeniero civil y empresario carbonífero, Armando Guadiana, que si bien es cierto tiene rasgos de personajes repudiados en las historietas de Eduardo del Río, el inolvidable maestro Rius, ha sido quien tiene presencia social, a diferencia de Ricardo Mejía Berdeja, que se desapareció 20 años de Coahuila, y la sociedad local olvidó al subsecretario de Seguridad Pública del Gobierno Federal. Resultó un político improvisado, oportunista y ambicioso por carecer de sensibilidad y músculo democrático.
Lo contradictorio y donde se hacen bolas los del PT es el respaldo de la dirección nacional, en su necesidad extrema de ganar votos y presencia. Una decisión divisionista absurda, explicada por las nuevas reglas electorales y fundamentalmente, y esperanza lejana de ganar frente al PRIAN.
Coahuila está endeudada al tope en manos negras de los hermanos Moreira, cuyo paso por la política local y nacional deja una estela de corrupción y alianzas con la peor dirección del tricolor que se recuerde. Alejandro Cárdenas, no está en la cárcel por negociaciones bajo la mesa con el régimen; de otra manera no se explica su libertad y escandalosa acumulación de bienes de dudosa procedencia. Con esa sociedad -o suciedad- política están casados los hermanos Moreira, dueños de Coahuila.
Ahora, a último minuto, el PT y el partido Verde retiran el apoyo a quienes dividieron la posibilidad de ganar. Un paréntesis. La política nacional no descubre el entramado local de intereses y nudos en cada región, municipio y distrito. Este tejido de amarres, que tiene otros componentes económicos y sociales, revela componendas de sociedad del ingeniero Guadiana con lo peor del PRI y esos argumentos (de ser ciertos) motivarían y justificaría la intervención y presencia del PT y su candidato Ricardo Mejía. Que al final cayó en el vacío.
Ricardo Mejía es candidato inoportuno, contra la corriente, confrontativo, conflictivo, y fallido. Máscara dura de policía, con personalidad no carismática y un programa político sin propuestas estimulantes, nada originales, ni apoyos locales y populares significativos. Ricardo y el PT nunca levantaron en las encuestas. Por ello, ante un experimento en picada, la dirigencia nacional retira su apoyo formal. Una decisión torpe, tardía y grosera que salpica lodo nacionalmente.
El Estado de México está ganado por Delfina Gómez, y fundamentalmente el respaldo del Presidente. Contrasta esta ola con el profundo desgaste que orilló al hundimiento -y quizás desaparición- del PRI, frente a la creciente probabilidad de perder los dos últimos Estados que podría remotamente refrendar en un descarado y peligroso fraude, por tener el árbitro local que cuenta los votos más que comprado. Este es el llamado y la apuesta de Alito y Alejandra, a sus huestes.
¿Por qué muere esta alianza del PRIAN? En parte por ser EDOMEX una Entidad de profunda desigualdad, empobrecida al extremo, gigantesca corrupción, y por ende violenta e ingobernable. Es el final de una élite de familias oligárquicas, impunemente enriquecida, obscenamente corrupta, hecha a la sombra de negocios perversos en el gobierno local y federal por casi un siglo. Donde las clases altas viven mejor que en Europa o Miami.
De aquí nace la podredumbre de ideas de que “un político pobre es un pobre político” de la degenerada estirpe Hank Rhon, enriquecidos en las tripas del Estado mexicano. Donde fueron objeto de rapiña, municipios, CONASUPO, Gobierno Estatal, Regencia de la CDMX, Secretaria de Agricultura, Turismo; tesoritos que le dieron al profesor Carlos Hank. Donde fue pieza de un régimen en descomposición de 1960 a 2000. Sólo así explicamos más de tres mil millones de dólares de la fortuna de esta familia una de tantas, mafiosa, convertida en banquera, tortillera, apostadora, canallas y cosas peores.
C. Héctor Ramón González Cuéllar es académico del Instituto Tecnológico de Tijuana.
Correo electrónico: profe.hector.itt@gmail.com