La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, impuso sanciones a la organización criminal transnacional Hernández Salas -dedicada al contrabando de personas con sede en Mexicali, Baja California, con vínculos con el Cártel de Sinaloa-, así como a varios miembros y entidades de su “red de soporte”.
“La práctica del contrabando de personas y la facilitación de documentación fraudulenta socava el sistema de asilo de EE.UU., daña la confianza del público en el proceso de investigación y pone en peligro el acceso a la protección de las personas vulnerables que huyen del conflicto, la hambruna y la persecución”, señaló el Gobierno estadounidense en un comunicado.
“A menudo, los migrantes encuentran violencia en cada territorio que cruzan en su viaje hacia los Estados Unidos e incluso pueden terminar siendo víctimas de la trata de personas. Esta acción continúa el esfuerzo de todo el gobierno de la administración (Joseph) Biden-(Kamala) Harris para enfrentar el contrabando de personas en la frontera sur de los Estados Unidos”, indica el Departamento del Tesoro norteamericano.
Según el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas estadounidense, organizaciones como Hernández Salas ganaban miles de millones de dólares con el contrabando de personas que intentan ingresar de forma encubierta a la Unión Americana, buscando ayuda para transportarse a través de la frontera con México. Sin embargo, los llamados polleros se aprovechan de ellas, al brindarles servicios a un costo significativo.
“En estrecha coordinación con nuestros colegas encargados de hacer cumplir la ley y socios mexicanos, la designación de Ofelia Hernández Salas y su empresa criminal tiene como objetivo interrumpir las operaciones globales del grupo. Continuaremos apuntando agresivamente a aquellos que buscan aprovecharse de los inmigrantes desesperados y abusar del sistema financiero de los EE.UU.”, dijo Brian E. Nelson, subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, citado en el comunicado.
El Gobierno de Estados Unidos señaló que la de Hernández Salas era una organización de contrabando de personas con sede en Mexicali, México, responsable de que miles de personas ingresen ilegalmente a territorio norteamericano, facilitando el viaje de personas de países que plantean problemas de seguridad nacional en sus esfuerzos por ingresar a EU, sin los procesos de investigación adecuados.
“Las autoridades estadounidenses y mexicanas estiman que las víctimas pagan entre $10,000 y $70,000 por los servicios de contrabando. Hernández Salas y los miembros de su TCO utilizan facilitadores en otras regiones para trasladar a los migrantes a la frontera de EE.UU. Está involucrada en la falsificación de documentos y la corrupción en México para contrabandear inmigrantes indocumentados a los Estados Unidos a través de la frontera sur y tiene vínculos con el Cártel de Sinaloa”, agregó el Departamento del Tesoro estadounidense.