Un inversionista y representante de industriales de la pesca en Ensenada, manifestaron la legalidad de su operación, y aclararon que tienen prácticas así como procesos enfocados a minimizar el impacto ambiental.
Ante las quejas de los residentes de la delegación de El Sauzal, en Ensenada, por señalamientos y demandas debido a emisiones a la atmósfera que, aseguran, causan malos olores en la zona, rechazaron que sea el caso de ellos.
Fernando Jaimes, representante legal de California Bahías, dedicada a la producción de harina de pescado, afirmó que su empresa, así como la mayoría de las pesqueras, operan con permisos y licencias otorgadas por distintas dependencias.
La operación de la harinera en el parque industrial Fondeport se remonta al año 1997; añadió que cuentan con la mejor tecnología disponible para controlar las emisiones a la atmósfera, algo que la ley de protección al ambiente contempla para este tipo de plantas.
El empresario dijo que California Bahías emplea unas 50 personas de manera directa y otras 100 de manera indirecta, y que otras empresas pesqueras se benefician ya que son quienes venden la materia prima.
La presidenta de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera (Canainpesca) en Baja California, Minerva Pérez Castro, resaltó la importancia en la cadena económica de este tipo de plantas en la ciudad.
Señaló que quizás las comunidades se sienten agredidas porque no conocen lo que se hace en esas plantas ni la importancia de la industria, así como el efecto que podría tener en su momento si las autoridades deciden sacarlas de la zona.
El Parque Industrial Fondeport, expuso, fue creado por decreto presidencial en 1975 con el fin de apoyar la industria pesquera.
El proceso de la planta harinera
Sobre el proceso de la planta, instruyeron que ahí se transforma el pescado en proteína de alta calidad, generando productos de alto valor en la industria de la elaboración de alimento balanceado en los giros acuícola, porcícola y de mascotas.
También se produce aceite de pescado esencial para la elaboración de suplementos, como el omega-3, materia prima para la elaboración de fertilizantes orgánicos. En el proceso se utilizan sardinas y anchovetas frescas, capturadas diariamente y desembarcadas en el Puerto de El Sauzal.
Éste consiste en la cocción del pescado para de ahí ser prensado; se le extrae el agua, se deshidrata y transforma en proteína en forma de harina de pescado. El agua obtenida durante este proceso es centrifugada para sacar el aceite de pescado, por un lado, y agua con una concentración proteica por el otro, que luego es evaporada (utilizando la energía del vapor generado por la deshidratación del pescado) para concentrarla y producir un soluble de pescado, que es la materia prima para la elaboración de fertilizante orgánico.
Durante todo este proceso todas las emisiones son controladas y canalizadas para ser tratadas y neutralizadas por medio de condensadores y lavadores de vahos, para minimizar los olores y cumplir con las normas oficiales mexicanas.