La contaminación tanto de aguas residuales que desembocan en el Océano Pacífico, como del suministro potable que se consume al menos en tres municipios de Baja California, es un tema de urgente salud pública, en torno al cual autoridades del Estado callan.
Un estudio binacional México-Estados Unidos reveló la contaminación de agua, principalmente por bacterias coliformes (excremento), en el Río Tijuana, los cañones y drenes, como consecuencia de aguas residuales no tratadas, provenientes de “derrames sin control” del sistema de alcantarillado sanitario de la ciudad.
Por otro lado, en más de dos años, con motivo de la contingencia sanitaria del COVID-19, el Consejo de Cuenca dejó de sesionar en Baja California. Hace mes y medio, el organismo -con representación de los tres órdenes de gobierno, usuarios del agua y asociaciones civiles- sesionó sólo para cambiar algunos representantes, pero sigue sin funcionar por falta de integrantes.
Si bien el Consejo de Cuenca está presidido por Sergio Loperena Núñez, del sector ganadero, la responsabilidad para convocar a sesiones es del director del Organismo de Cuenca Península de Baja California, Francisco Bernal Rodríguez, quien funge como secretario del Consejo de Cuenca.
En opinión del investigador de El Colef Alfonso Andrés Cortés Lara, la turbidez del agua que abastece a Tijuana, Playas de Rosarito y parte de Ensenada, situación que ha sido reconocida por las autoridades, es un asunto que amerita que el Consejo de Cuenca sesione de forma extraordinaria con los integrantes que tenga, para dar a conocer cómo está la presa El Carrizo; pues no es válido que el gobierno asegure que la turbidez del agua del embalse es “normal” y “está bajo control” si no dan a conocer públicamente, con claridad y precisión, todos los parámetros de la calidad del líquido vital.
ZETA informó en su edición impresa 2561 sobre versiones extraoficiales que señalan que el vaso de la presa El Carrizo presenta contaminación por altos niveles de coliformes fecales (excremento). Así como la turbidez -admitida por la Cespt y el Organismo Cuenca de la Península de Baja California de la Conagua- que en días pasados redujo hasta 30.9 por ciento la producción de agua potable ocasionando escasez en diferentes zonas de Tijuana.
El profesor-investigador Cortés Lara dijo que es necesario que se haga pública la información diaria, mensual y anual de los muestreos que lleva a cabo la Cespt y Conagua. Más que un dato, la autoridad tiene que presentar al Consejo de Cuenca y a la sociedad cómo han venido evolucionando los parámetros de la calidad del agua, en los últimos meses y años; y cómo deberán estar en las diferentes épocas del año.
El representante de El Colef en Mexicali explicó que la turbidez se mide con el parámetro de Sólidos Suspendidos Totales (SST). El cual debe analizarse constantemente, sobre todo cuando hay variaciones en el flujo y velocidad del agua, como las lluvias registradas en invierno, con las que la presa El Carrizo llegó a recuperar casi 70 por ciento de su capacidad total.
Dicho parámetro también mide el arrastre de sedimentos, que puede ser por origen de aguas residuales, ya sea del tipo residual público urbano o industrial; “inclusive algunas aguas residuales vienen de la agricultura y de la erosión del suelo”.
En entrevista con ZETA, el investigador consideró muy probable que el parámetro de Sólidos Suspendidos Totales estuviese encima de los 150 miligramos por litro debido al movimiento del agua, lo que implicaría que hay contaminación para ese parámetro. “Si hay turbidez, claro, baja el oxígeno disuelto y afecta otras cosas; hay que buscar que ese parámetro se baje para no tener afectaciones”.
No obstante, señaló que hace falta conocer con precisión cómo están otros indicadores como: Oxígeno Disuelto, Potencial Hidrógeno (PH), Coliformes Fecales, Demanda Biológica de Oxígeno (DBO), Demanda Química de Oxígeno (DQO), así como la presencia de metales pesados, y los niveles de Nitrógeno y Fósforo, pues cada uno de ellos y su relación denotan cierta circunstancia que requiere determinada acción gubernamental.
Si se llegara a encontrar altos niveles de metales pesados como arsénicos, cadmio, mercurio, plomo, aluminio, zinc (que normalmente están por la actividad industrial o lechera) representarían “veneno” para la población, ejemplificó.
Debido a que las plantas potabilizadoras no tienen la capacidad para limpiar esos metales pesados, “con mayor razón deberían hacer ese tipo de muestreo y exhibirlos”, de modo que es fundamental la transparencia de las autoridades y la frecuencia de los muestreos en los cuerpos de agua, indicó.
La activista hizo énfasis en que los organismos operadores del agua empiecen por hacer análisis de calidad del agua con regularidad, y sea publicado el protocolo y los resultados, para que se esté comprobando que el agua está limpia en las presas y se está limpiando en el caso de las descargas al mar.
Resaltó la necesidad de que los gobiernos inviertan en la infraestructura hídrica de Tijuana, ya que hay “miles de escurrimientos, pequeños y grandes” y se han dado permisos para construcción habitacional sin conectarse al sistema de drenaje de la ciudad, el cual ya no da para más. “No se ha invertido en Tijuana”, sólo se le ponen “curitas a la tubería”, manifestó.
MATERIA FECAL E INDUSTRIAL EN RÍO TIJUANA
El alto contenido de bacterias como Coliformes Fecales, Enterococos y E. Coli, detectados en todas las muestras del Río Tijuana y de los Cañones y Drenes, “es de especial preocupación” considerando que eventualmente los escurrimientos llegan a impactar las aguas del Océano Pacífico, indica el estudio publicado en agosto de 2020.
Señala que los altos valores de Nitrógeno Amoniacal, Demanda Bioquímica de Oxígeno, Demanda Química de Oxígeno, Grasas y Aceites, Fósforo, Nitratos, Sustancias Activas al Azul de Metileno (SAAM) y Bacterias excedían la normatividad de México y Estados Unidos.
Los análisis también detectaron niveles “preocupantes” de los metales Cobre, Níquel y Zinc, tanto en el Río Tijuana como en los Cañones y Drenes, los cuales son comúnmente utilizados en las industrias metalúrgicas de platinado. Igualmente se identificó Bis (2-etil hexil) Ftalato, también conocido como DEHP, que es un químico utilizado comúnmente en la producción de plásticos y polímeros sintéticos como el Nylon, el poliestireno y el policloruro de vinilo (PVC), cuya presencia puede deberse a la lixiviación química de los plásticos depositados en los cauces analizados.
El estudio binacional fue realizado por ambas secciones de la CILA, tomando muestras en ocho puntos, de diciembre de 2018 a noviembre de 2019: El Río Tijuana, el Río Alamar, el Dren Puerta Blanca-Stewarts, el Dren Silva, el Cañón del Sol, el Cañón El Matadero-Smugglers Gulch, El Cañón Los Laureles-Goat Canyon y el Cañón Los Sauces-Yogurt Canyon.
El 19 de julio de 2022, ambos gobiernos firmaron el Acta 328 de la CILA en la que se anunció una inversión de 474 millones de dólares (144 mdd serán aportados por México, y 330 mdd por Estados Unidos), para hacer 16 obras hídricas, de 2023 a 2028. La mayoría de ellas a ejecutarse del lado mexicano.
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En el marco del Acta 328, a principios de mayo de 2023, el director de la Cespt, Víctor Daniel Amador Barragán, anunció que en próximos meses el Ejército construirá el Colector Internacional, con una inversión de 152.9 millones de pesos.
Este año también está previsto ampliar la planta de Bombeo 1 (A/B), con una inversión binacional de 291.9 millones de pesos. La mayor parte del recurso (228.5 mdp) provendrá del Fondo de Infraestructura Ambiental Fronteriza (BEIF), de la Agencia de Protección al Ambiente de Estados Unidos (EPA). Mientras que 63.43 mdp serán de la Cespt.
En tanto, se está a la espera de asignación de recursos por parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para la rehabilitación de la planta de tratamiento de aguas residuales de San Antonio de Los Buenos; una obra considerada prioritaria.
La asociación civil Proyecto Fronterizo de Educación Ambiental -que cada semana hace muestreos en las playas de Tijuana- documentó que el 5 de mayo pasado los niveles de enterococos (materia fecal) excedía la norma, por lo que las playas El Faro (839), Parque México (5 mil 172), Cañada Azteca (mil 976), El Vigía (980) y Playa Blanca (7,270) no eran aptas para uso recreativo.
PVEM PEDIRÁA A PROFEPA QUE INVESTIGUE
El diputado federal del Partido Verde Ecologista de México, Fausto Gallardo García, aseguró que la próxima semana presentará un Exhorto ante la Comisión Permanente para pedirle a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y a la Conagua hacer una investigación respecto a la contaminación denunciada y que se finquen responsabilidades.
Adicionalmente, dijo, gestionará una reunión a la brevedad posible con el director general de la Conagua Germán Arturo Martínez Santoyo, y Bernal Rodríguez, para conocer su postura, y detalles más específicos sobre la situación que guarda la presa El Carrizo.
Para poder llevar a cabo la reunión a la brevedad posible, Gallardo García pidió al diputado local por el PVEM, que también preside la Comisión de Recursos Hidráulicos en el Congreso de Baja California, Adrián González, sumar esfuerzos; consideró “desafortunado” que habiendo un recurso para darles mantenimiento a las presas, éste no haya sido gestionado.
Ayer, 11 de mayo, el legislador local subió al pleno del Congreso de Baja California un exhorto para que la Secretaría del Agua y la Cespt elaboren un dictamen técnico que “determine la calidad real del agua” en la presa El Carrizo.