Pese al riesgo, familias y locatarios regresaron por sus pertenencias al débil edificio situado sobre la calle Camino Nuevo en la colonia Marrón en Tijuana, en donde la mañana del martes 16 de mayo se registró una explosión que dejó como saldo a 26 personas lesionadas, tres de ellas aún hospitalizadas y en condición grave, así como daños estructurales en tres locales comerciales y dos viviendas.
Algunos de los afectados optaron por recoger sus bienes ante las advertencias de Protección Civil, que desde hace cinco años etiquetó algunos de los departamentos con engomado rojo, ante un estallido en 2018. Sin embargo, en aquel entonces, el inmueble fue “maquillado” por sus propietarios y puesto en renta nuevamente, sin que la autoridad lo impidiera.
“Esta estructura es totalmente inestable, una estructura en donde a pesar de que los inquilinos y propietarios ya entraron bajo el riesgo de que les sucediera algo. El tiempo no lo podemos determinar, pero sé que será bastante tiempo porque tenemos que asegurar y esperar que los propietarios empiecen a demoler… lo normal podrían ser hasta dos semanas, pero aquí no te sabría decir porque no se puede ingresar al sótano donde se rescató a la persona”, explicó Rafael Carrillo, director de Bomberos Tijuana.
Carrillo señaló que la estallido ocurrido en 2018 se derivó por acumulación de gas metano, que se acopia por desechos orgánicos, “ahorita no sabemos qué sucedió y que es lo que generó que se diera esa explosión”.
“Lo que sí sabemos es que ya había un antecedente de un incidente. De hecho, las viviendas de la parte alta ya se encontraban engomadas en rojo y no deberían estar habitadas en la parte de arriba. Creo que hubo reparación de estas viviendas y se volvieron a rentar. Afortunadamente todas las personas que fueron evacuadas no salieron con lesiones ni las colindantes a la zona”, complementó Bernardo Villegas Ramírez, director municipal de Protección Civil en Tijuana.
El peritaje de la explosión en la colonia Marrón podría demorar hasta un mes, siempre y cuando se pueda garantizar la integridad de bomberos, peritos y personal de la Fiscalía General del Estado que deberán ingresar al sótano y analizar las condiciones en las que se registró el incidente, considerando que la única línea de investigación es la acumulación de gas.
“Ahí entraría la autorización de los propietarios para poder demoler de manera segura, y los peritos entrar y encontrar algún indicio que nos ayude a encontrar la causa. El origen, el punto de origen, lo tenemos; lo que no tenemos es la causa, todavía no. Cabe recalcar que hace cinco años tuvimos un evento similar”, explicó el director Carrillo.
Los vecinos afectados podrían denunciar y sus casos procederán en el supuesto de que pueda realizarse el peritaje y la responsabilidad sea por alguna negligencia.
“Nos hacemos allegar de los trabajos de los expertos en ese tipo de eventos Protección Civil, Bomberos, de peritos y demás para que se determine si hay una conducta de acción o de omisión de alguna persona y si esa conducta deriva en la explosión, daños y lesiones y demás”, comentó el fiscal general Ricardo Iván Carpio.
“Por la zona tenemos letrinas de los años 20’s y 40’s y siguen generando gas metano; y si en aquella ocasión fue la concentración de gases, esta vez podría ser eso. Todos los locales deben tener sus certificados medidas de seguridad independientemente de lo que hagan detrás de la puerta. Si tienen cierta cantidad de extintores y aunque cumplan, ya es responsabilidad de cada uno de los propietarios que no cumplan esa parte”, comentó Carrillo.
Los lesionados
Un hombre de 40 años en estado crítico es la víctima rescatada de la explosión registrada en el taller de pintura. Luego de 90 minutos de trabajos, los rescatistas de Bomberos y Cruz Roja lograron trasladar a la víctima al Hospital General, en donde su pronóstico de salud es reservado. Presenta quemaduras de primero y segundo grado en la mitad de su cuerpo; las lesiones que tiene en sus piernas por el síndrome de la presión del peso del escombro comprometen su vida.
Seis de las víctimas requirieron atención médica en hospitales, se trata de un hombre 51 años, otro de 19 y uno más de 30 que fueron trasladados a la Clínica 20 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Dos masculinos (uno de 78 y otro de 25) son atendidos en Cruz Roja con lesiones de baja consideración.
“Gemma” y “Montecitos” son los dos perros K9 con los que se realizó la inspección de la zona para descartar que hubiera más víctimas atrapadas entre los escombros de la edificación.