“Le echamos limón, jugo de naranja, soda de toronja y tequila… tenemos de varios, mire: hay Jimador, Orendain, José Cuervo, Don Julio 70, del que guste”, dijo un vendedor ambulante de “cantaritos”, en el andador del malecón de Playas de Tijuana.
Comerciantes y restauranteros de esa zona denunciaron que se convierte en una especie de “tianguis” cada fin de semana, con la presencia de más de 100 vendedores ambulantes, e incluso venden bebidas alcohólicas en vía pública, con el permiso de las autoridades.
Caber recordar que en los últimos 100 días de la administración de Jorge Ramos Hernández (2007-2010), éste declaró al malecón de Playas “blindado”, destinó cuatro millones de dólares para su restablecimiento, prohibió que vendedores ambulantes trabajaran en la zona e instaló un grupo de ocho agentes de la Policía Auxiliar, para que estuvieran a cargo de la seguridad y se cumpliera el Reglamento.
Sin embargo, desde la administración de Juan Manuel Gastélum (2016-2019) le dejaron de dar mantenimiento, y desde que entró Morena al poder, permitieron que los vendedores ambulantes ofrecieran sus productos de nuevo en la zona.
En recorrido realizado por ZETA se pudo constatar que, sin mostrar el permiso para vender en el andador, en un tramo de 300 metros, se encontraron alrededor de cuatro puestos de venta de “cantaritos”, además de clamatos con cerveza, así como fruta, ropa, pulseras, entre otros productos.
Aunado a eso, las personas que llegaban a pasar el día en la zona del malecón compraban a estos puestos las bebidas y las ingerían en vía pública, sin nadie que los regulara.
Además de las bebidas alcohólicas, el andador del malecón estaba abarrotados de puestos, de los cuales ninguno tenía su permiso de operación a la vista; los malos olores y basura eran evidentes.
“A nosotros nos piden que cumplamos con el reglamento; si faltamos en alguno de los requisitos nos ponen una multa muy alta: que si la trampa de grasa, que si los extintores, que si el permiso para venta de alcohol… y está bien que nos lo pidan, pero ellos -vendedores ambulantes- terminan su día y echan toda su basura, su grasa, aceites, al mar”, señaló uno de los restauranteros molestos.
En respuesta, Adolfo García Dworak, director de Inspección y Verificación Municipal, informó que se realizan operativos constantemente y recalcó que no se han autorizado permisos nuevos para vendedores ambulantes, sólo se han revalidado los ya existentes desde 2014; aunque no especificó cuántas revalidaciones se han dado en 2023.
Señaló a ZETA que el fin de semana pasado se emitieron siete multas por venta de bebidas alcohólicas en el malecón, equivalente hasta 50 UMAS (es decir, de hasta cinco mil 187 pesos); sin embargo, cuando este Semanario realizó el recorrido, los mismos vendedores comentaron que “les dan permiso” de trabajar ahí.