Este martes 16 de mayo la Secretaría de Bienestar del XXIV Ayuntamiento de Tijuana llevó a cabo otra de sus jornadas del programa ‘Integrando Vidas’, que busca rescatar y rehabilitar a personas en situación de calle y con adicciones, siendo la población ubicada en la Central Camionera la beneficiada.
“La indicación es visitar las zonas donde se aglomeran ciudadanos en situación de calle y con adicciones. Traemos servicios y hacemos la labor de convencimiento para que se integren a los centros terapéuticos y se puedan rehabilitar en el proceso que tiene el Instituto Municipal Contra las Adicciones y puedan reintegrarse a la sociedad”, comentó el secretario de Bienestar Gerardo López Montes.
Hasta ahora 30 personas se han rehabilitado con dicho programa de las 80 que han solicitado el apoyo, sin embargo no se sabe la cifra concreta de personas que han continuado su proceso de rehabilitación, esto debido a que en promedio de cada lugar visitado entre 8 y 10 desean intentar el proceso, pero a los pocos días desisten.
Las personas que desean rehabilitarse son dirigidas a los centros COTRRSA hombres y COTRRSA Mujeres, ubicados en la Carretera Libre Tijuana-Tecate y en la colonia 20 de Noviembre, respectivamente.
Además de la labor de convencimiento para que las personas se rehabiliten, también se ofrecen otro tipo de servicios como trámites de documentos, bolsa de trabajo, retorno a su lugar de origen, salud, alimentos, corte de cabello y regaderas, siendo estas últimas las más concurridas, pues alrededor de 150 personas utilizan este servicio.
Desde que arrancó el programa el pasado 10 de abril la Secretaría de Bienestar Municipal en conjuntos con las direcciones de Atención al Migrante, Servicios Médicos y Desarrollo Social han estado en el ‘Comedor del Padre Chava’, en el Mapa y en ‘El Bordo’ dos veces.
A decir de los asistentes a la jornada del programa ‘Integrando Vidas’, son en su mayoría migrantes provenientes de otros estados de la república mexicana y deportados, quienes viven en las calles de Tijuana sumidos en las adicciones, la depresión y soledad.
“Tenemos broncas emocionales que tratamos de llenar con otras cosas que no te llevan a nada bueno. Estuve viviendo aquí en la Central, en ‘El Bordo’, en ‘La Casa de los Pobres’, y si te metes en muchos problemas, maltratos e injusticias. Estoy con toda la disposición de cortar de tajo todo eso y seguir una vida nueva, no se a donde me hubiera llevado seguir en la calle”, mencionó Leonardo Alberto Sánchez, quien estuvo tres años viviendo en la calle a raíz de su deportación de Texas, Estados Unidos, lo que causó la separación de su familia y aceleró su consumo de marihuana y cristal, que inició desde los 19 años.
Ahora totalmente rehabilitado gracias a la clínica Jirhe, Leonardo busca un empleo en lo que más le gusta: cocinar, y lo más importante, busca a su familia: su esposa Brenda Soto Mejía y su hija Alexia de 8 años con quiénes espera recuperar el contacto y reunirse de nuevo algún día.
Otro caso es el de José Antonio Delgado, migrante originario de Ciudad Juárez, quien llegó a Tijuana hace 3 años con la esperanza de cruzar a Estados Unidos, pero se enfrascó en las drogas tras su intento fallido de cruce.
“Acabo de salir de una casa de rehabilitación y estoy buscando empleo, ya no tengo ninguna idea errónea, me valoro y quiero conseguir un empleo para rentar un departamento y pagar mis víveres. Me gustaría trabajar de oficial de seguridad o de chófer de camiones o taxis, también de barrista”, comentó José Antonio Delgado, quien estuvo desde los 16 años hasta los 45 consumiendo anfetaminas.