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viernes, febrero 16, 2024
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22 casas más en riesgo, autoridad nula

El lunes 15 de mayo fueron engomadas en Rojo (alto riesgo) 22 viviendas del fraccionamiento Paseo del Vergel, obligando a la mayoría de sus 74 habitantes a desalojarlas ante el temor de que colapsen.

El deslizamiento del talud a espaldas de Plaza Sendero no es nuevo. Tres años antes, en 2020, las mismas casas habían sido etiquetadas en Amarillo. En ese entonces, Protección Civil ni ninguna dependencia estableció la razón del agrietamiento de la barda perimetral que colinda con las viviendas.


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“Únicamente nos dieron la indicación de que no tiráramos agua, que no construyéramos ni pusiéramos cosas pesadas, pero pasaron tres años y ya no volvieron a ver si había avanzado. No hubo ninguna respuesta por parte de nadie”, dijo Mildred Ivone Díaz Fuentes de María, una de las afectadas de la Privada Araucarias.

La joven madre relató que, a partir de la semana pasada, en el transcurso de cinco días, una grieta pequeña en su patio se hizo tan grande que tiene un metro de profundidad. El 15 de mayo, sin pasar a las viviendas, con imágenes de drones Protección Civil municipal determinó colocar el engomado Rojo.

“Nos dijeron que ya poniéndonos ese engomado ya teníamos conocimiento de que esto se podía deslavar en cualquier momento, y que si nos quedábamos, era bajo nuestro riesgo”, agregó Díaz Fuentes de María, quien junto con otros residentes acusó que, pese a la promesa de que la Secretaría de Bienestar iría para ofrecer apoyos, la dependencia encabezada por Gerardo López brilló por su ausencia.


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Jorge Alberto González Belamont, Foto: Ramón T. Blanco Villalón

Personal de la Dirección de Administración Urbana (DAU) llegó un día después, sólo para recabar información para un dictamen.

Quien no puede salirse de su vivienda afectada porque no tiene a donde ir es Óscar Aguirre, padre de dos jóvenes con autismo, “porque los niños ocupan algo especial, ocupan sus espacios, a ellos la aglomeración de gente los afecta más”.

Pidió apoyo para reubicarse a un lugar seguro, apto para sus hijos, o bien, que sea solucionada la causa del deslizamiento y se identifique a los responsables.

Los dos entrevistados consideraron que la afectación a sus viviendas se debe a un corte mal hecho del talud cuando fue construida la Plaza Sendero. “Creemos que Plaza Sendero rascó demasiado el cerro para construirla y no pusieron barda de contención, no se rascó de la manera adecuada. Simplemente (al talud) le pusieron una barnizadita de cemento y ya”, indicó Díaz Fuentes de María.

“Hace tres meses aproximadamente, cuando estaba la lluvia, se les cayó un pedazo de barda a un carro, y no hicieron nada. Y a partir de eso se siguió”, relató a ZETA.

El lunes, dijo, “tronó bien gacho una barda de aquí a dos casas, bajamos todos inmediatamente a ver qué estaba pasando, porque el cerro se ve todo craqueado, entonces ellos traían un ingeniero civil, y la única respuesta que nos dieron fue que de Monterrey, de donde son los dueños de la plaza, tienen que tomar la decisión de si van a mandar a una constructora o qué se va a hacer”

Aunado a ello, los residentes reportaron afectaciones sobre otro talud en la misma demarcación por escurrimientos de agua proveniente de una fuga en el subsuelo o en un tanque de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT), que en 2019 propició el cierre del acceso principal al fraccionamiento en el que habitan alrededor de mil 200 familias en 50 privadas y el derrumbe de ocho viviendas.

Ante la falta de soluciones, el lunes 15 de mayo de 2023, un grupo de residentes bloqueó, por una hora, la Carretera Libre Tijuana-Tecate para que les hagan caso las autoridades.

“Estamos hartos de que no nos escuchen”, dijo Angélica Ruelas, integrante del Comité de Vecinos, mientras estoica encaraba a un transportista que amagaba con hacer avanzar el tráiler que conducía para abrir el cerco que impedía la circulación vial, conformado en su mayoría por mujeres.

Como la desarrolladora, Viveica (filial de Grupo ICA) no entregó el fraccionamiento (que data de 2008) al Municipio, “nadie se quiere hacer responsable, ya nos acercamos a la alcaldesa (Montserrat Caballero) y dice que no le compete. ¿Entonces a quién?”, cuestionó.

Al lugar llegó la subsecretaria de Gobierno estatal, Magaly Ronquillo Palacios, quien logró que los residentes accedieran a abrir la vialidad e hizo un recorrido por las viviendas afectadas en la Privada Araucarias y el talud afectado en la calle Abeto.

El 17 de mayo, el secretario general de Gobierno, Catalino Zavala Márquez, encabezó una reunión con los residentes, en la que también estuvo el director de la CESPT, Víctor Daniel Amador Barragán.

Minutos antes del encuentro, Ronquillo Palacios dijo a ZETA que personal de Secretaría de Infraestructura, Desarrollo Urbano y Reordenación Territorial (SIDURT), Protección Civil del Estado y CESPT darían a conocer una valoración hecha por estas dependencias. 

Aunque negó que haya fugas de la CESPT, aseguró que se pidió al organismo público seguir revisando la zona para encontrar el origen de los escurrimientos de agua.

En 2020, los residentes bloquearon el Bulevar 2000 para que fueran atendidos los escurrimientos de agua y el talud sobre la calle Abeto. En ese entonces, el alcalde Arturo González Cruz y el gobernador Jaime Bonilla Valdez se comprometieron a ayudarlos sin que se haya dado la reparación del talud, por lo que se mantiene cerrado el acceso principal del fraccionamiento.

POBLACIÓN EN RIESGO POR MUROS MILLER

El derrumbe de un muro con una longitud aproximada de 60 metros en Colinas de Chapultepec, que provocó que 22 viviendas se engomaran en Amarillo (zona de riesgo), revela el riesgo en que se encuentran habitantes de diversos fraccionamientos de Tijuana, donde también se edificaron los llamados muros Miller, que son “estructuras que no cumplen con la estabilidad requerida” y cuya situación se agrava por la degradación del material con que están hechos, considera el ingeniero civil Jorge Alberto González Belmont.

San Agustin Residencial, muro de Contencion, Foto: Julieta Aragón

El especialista en diseño de estructuras sismo resistentes y de retención y anclaje, dijo que ha sido frecuente la construcción de muros Miller para estabilizar laderas y taludes en fraccionamientos de Tijuana. Sin embargo, esas estructuras “funcionan” por un corto tiempo, pero a la postre fallarán.

“Es una incertidumbre total saber cuándo van a colapsar esos muros, pero de que van a colapsar, van a colapsar. Los fraccionadores deberían tomar medidas preventivas y solucionar este problema para mejorar el terraplén o construir estructuras de contención técnicamente probadas y diseñadas”, expuso.

El uso de los muros Miller se popularizó por ser hasta 30% “más baratos” que los muros de contención de concreto reforzado. “Muchos fueron víctimas de estos proyectos. Podemos hablar de víctimas, porque además, tampoco estuvieron los ingenieros en geotecnia o estructurales que hicieran una revisión de estos proyectos y que validaron la construcción en estos desarrollos”, argumentó el especialista.

Las autoridades “han solapado estos proyectos, porque realmente no tienen la capacidad cognoscitiva de ingeniería geotécnica, para sancionar y revisarlos”, agregó, haciendo énfasis en que el derrumbe del muro en el Colinas de Chapultepec debería ser una llamada de atención para que se revisen estructuras de este tipo en otros lugares, como el fraccionamiento San Agustín, sobre la Carretera Libre de Tijuana a Playas de Rosarito, donde ya comienza a notarse la afectación en ciertas áreas de los muros.

ANÁLISIS ESTRUCTURAL

En 2009, González Belmont fue contratado por Consorcio de Ingeniería Integral, SA de CV y/o Consorcio ARA para hacer un análisis estructural de viviendas y muros (tipo Miller) del fraccionamiento Colinas de Chapultepec, que en ese entonces registró una denuncia ciudadana sobre agrietamiento de muros y hundimientos de casas.

El resultado arrojó que el muro Miller es “de tecnología muy empírica”. Está conformado constructivamente por un suelo cemento y un muro mampara que funciona como fachada. El suelo cemento tiene una proporción “muy baja”, de 4.6% en una relación de agua-cemento, “cuando debería de ser de 7 al 10%”, inclusive para ser base de pavimentación, según el experto.

Fraccionamiento Colinas de Chapultepec, Foto: Julieta Aragón

La sección geométrica del muro Miller “no es estable”, debido a que tiene una base muy pequeña que soporta presiones inferiores a las que determinan las normas técnicas de la Ley de Edificaciones de Baja California.

Por normatividad, los muros Miller deben tener un “sistema” de drenaje, con drenes y capas de filtro, pero la realidad es que el drenaje es “deficiente” y provoca acumulación de agua en el respaldo, generando degradación del material.

“Al corto-mediano plazo, como estamos viendo, esa degradación que tiene el suelo obviamente pierde las pocas características que tenía de resistencia y colapsa”, afirmaría González.

ESPERARÁN ESTUDIO PARA REMEDIACIÓN

Ricardo Güereña Castro, titular de la Dirección de Administración Urbana del XXIV Ayuntamiento de Tijuana, aseguró que la dependencia a su cargo no cuenta con un dato sobre el número de fraccionamientos en los que se han utilizado los muros Miller.

Dependiendo del suelo que se tenga y el corte se opta por distintas soluciones para estabilizar los taludes y laderas. “Incluso hay fraccionamientos que tienen uno o dos tipos de muros de contención”.

Personal de la DAU hace inspecciones durante la ejecución de la obra siempre y cuando haya alguna modificación solicitada por el Director Responsable de Obra (DRO), quien “es el que da la cara y es el responsable de informar a la autoridad cualquier cambio o modificación que se dé en la obra”, reveló el entrevistado.

“En caso de que haya alguna falla, hacemos los estudios correspondientes y sobre eso analizamos si fue por mala ejecución o meramente, la parte de la naturaleza, que se movió, empujó la tierra, porque puede ser que el muro esté muy bien hecho y cumplido todo, sin embargo, por cuestiones de naturaleza la tierra se haya movido, la tierra se haya asentado y ahí sí está fuera de lo que uno puede planear o contemplar”.

En el caso del muro colapsado en Colinas de Chapultepec a mediados de abril, especialistas procedentes de Ciudad de México -contratados por el desarrollador- tomaron muestras y revisaron los muros existentes, además del que se cayó.

“Les dimos un plazo de 15 días hábiles a partir de la fecha en que vinieron. Nos van a presentar los estudios y nos van a decir cuál fue la causa, qué es lo que van a hacer al respecto, así como si observaron algún detalle” en el resto de los muros.

A decir de Güereña Castro, el fraccionamiento no ha sido entregado al Ayuntamiento, porque el desarrollador aún estaba en proceso de construcción de viviendas.

22 viviendas fueron engomadas por afectaciones en el talud que da a Plaza Sendero, Foto: Julieta Aragó

Sobre la vulnerabilidad que señala González Belmont respecto al muro Miller, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de la Vivienda (Canadevi) de Tijuana, Xavier Ibarra, comentó que no se tiene conocimiento “de que ese muro en particular esté presentando fallas de manera sistemática y consistente, porque si fuera el caso se dejara de hacer, pero no tenemos algún reporte oficial que ese muro en especial esté causando ese tipo de fallas”.

En Tijuana hay diferentes sistemas que se han ido mejorando y perfeccionando, uno de ellos es el sistema de muro Miller. Otro es el de cuña estabilizada, muros anclados, muros prefabricados. “Todos son soluciones técnicas viables para diferentes condiciones de proyectos, cada proyecto tiene su particularidad y debe encontrar el sistema que mejor le funcione”, indicó.

En tanto, el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Gabriel Vizcaíno, señaló que los muros de contención más usados son los de concreto armado, y el muro Miller es de uso “relativamente común”.

Comentó que la revisión debe hacerse tanto por la autoridad, el DRO y la constructora, para verificar que la obra se ejecute conforme a lo diseñado.

Días después de que cayó el muro en el fraccionamiento Colinas de Chapultepec, colindante con la colonia Herradura Sur, el 4 de mayo colapsó un muro de un complejo habitacional.

Debajo de este se encuentra el Jardín de Niños “Josefa Ortiz de Domínguez”, ubicado sobre la calle Los Patos, donde asisten alrededor de 100 infantes. Un trabajador de la escuela compartió que autoridades escolares acudieron al lugar y aseguraron que los menores no corrían peligro, ya que existen cerca de 60 metros de distancia de la pared derrumbada.

DAN 45 PERMISOS PARA EDIFICIOS VERTICALES

En lo que va de la administración de Montserrat Caballero Ramírez se han otorgado 45 permisos para proyectos verticales de cinco o más niveles y otros 15 están en proceso de revisión. La mayor parte de esas edificaciones se planean construir en las delegaciones Centro, La Mesa y La Presa, y en menor medida en Otay. Destacan proyectos en Avenida Revolución, Colonia Hipódromo y Tercera Etapa del Río.

El actual gobierno ha dado un permiso para fraccionamientos y existen dos más en proceso de autorización. Sin embargo, en este rubro, Güereña Castro no precisó el número de proyectos que siguen construyendo viviendas, toda vez que la edificación de un fraccionamiento es un proceso largo, ya que regularmente contempla miles de viviendas.

Datos de Canadevi señalan que existen 139 colonias y fraccionamientos en Tijuana sin entregarse al Ayuntamiento. Se prevé que con la actualización del PDUCPT (Programa de Desarrollo Urbano del Centro de Población de Tijuana) y reglamentos de Edificación, Uso de Suelo, entre otros, “se está incluyendo poder regularizar esa parte. Hay trabajo que ya lleva más de tres años para poder llevar a cabo esas entregas”, externó Xavier Ibarra, presidente de Canadevi Tijuana.

Autor(a)

Julieta Aragón
Julieta Aragón
Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco. Cursé la maestría de Periodismo Político en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García y sigo en proceso de tesis. Soy reportera de ZETA desde 2017.
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