“Comenzando aproximadamente el 8 de mayo, el acusado intercambió numerosos mensajes con un contacto guardado como ´Mario (USA)´ a través de la plataforma de mensajería WhatsApp. Los mensajes incluye tanto mensajes de audio como textos. Los mensajes generalmente implican coordinación entre Mario y el demandado para hacer viajes a los Estados Unidos”, se puede leer en el expediente del caso 3:22-cr-01463-LL que lleva la Fiscalía del sur de California en contra de Octavio Andrée Espino Torres, arrestado a las 13:45 horas del 7 de junio del 2022, por importar 29.34 kilogramos metanfetamina al vecino país.
El año pasado, al momento de ser detenido, Espino tenía cargo de Ministerio Público en la Fiscalía General de Baja California, atendía y organizaba parte de la agenda del fiscal general Ricardo Carpio y se presentaba- incluso ante personal de ZETA- como su secretario particular.
Con 36 años el funcionario llevaba “nueve en la Fiscalía General del Estado (FGE). En noviembre de 2021 fue promovido a Agente del Ministerio Público, y en febrero del 2022, asignado como asistente del jefe de la oficina del fiscal, licenciado Luis Alberto Machado Domínguez.
Será el próximo 18 de abril del 2023, cuando iniciará un juicio con jurado en su contra en la corte de San Diego California, en el que el gobierno de Estado Unidos buscará probar sin lugar a dudas que el exfuncionario bajacaliforniano hoy acusado “a sabiendas trajo metanfetamina a los Estados Unidos…comenzando en una fecha desconocida y terminando en o alrededor del 7 de junio de 2022, hubo un acuerdo entre dos o más personas para cometer al menos un delito… y se convirtió en miembro de la conspiración”.
Respecto al contenido del teléfono de Espino, la acusación detalla: “En cuatro ocasiones antes del arresto del acusado el 7 de junio, el acusado hace planes con Mario para viajar a la Estados Unidos. El acusado luego envía un mensaje a Mario después de ingresar a los Estados Unidos para obtener. Más instrucciones. Mario y el demandado discuten el pago de estos viajes”.
También informan que: “Los registros de cruce fronterizo de (TECS) documentan que el acusado ingresó a los Estados Unidos mientras conducía el Nissan Versa – placa mexicana AMS707A, con el que fue detenido-, en cuatro ocasiones distintas en el mes anterior a su arresto– sin incluir la entrada y arresto del acusado el 7 de junio”, cuando previamente, sólo había sumado 15 cruces en los tres años anteriores de los cuales 3 fueron a pie.
Como parte de la investigación, detectaron que familiares también habían cruzado a Estados Unidos una vez, también en junio del 2022, pero por Calexico, la frontera con Mexicali. Todos estos elementos serán presentados como prueba.
Originalmente, ante los Oficiales de Protección Fronteriza (CBPO), Espino declaró que viajaba a “Las Américas”, el centro comercial a comprar ropa, la misma excusa que dio en la FGE para ausentarse.
Pero en la inspección visual, el CBPO “localizó lo que parecían ser paquetes envueltos en plástico detrás de los paneles de cuarto en el área del maletero”, fue remitido a inspección secundaria, “la radiografía del portal Z reveló anomalías en el paneles traseros y puertas trasera…realizaron una inspección de siete puntos y localizaron un total de 45 paquetes ocultos en las puertas traseras y cuartos de paneles”, 29.34 kilogramos de metanfetamina.
De acuerdo a las pruebas de pureza informadas en el expediente, determinaron que el valor de la droga al día de la captura era de 41 mil 310 dólares, de 119 mil 658 dólares al mayore y entre 82 mil 051 dólares y 205 mil 128 do lares al menudeo”.
Entre la lista de posibles testigos en contra de Espino, a los cuales, la fiscalía de Estados Unidos se reserva el derecho de llamar, incluyeron dos nombres latinos “Luis Alberto Machado Domínguez (work supervisor), y Manuel Félix Martínez.
En junio del 2022, tras la captura de Espino, siendo agente activo, ZETA entrevistó a Brenda Valdez Jaramillo, entonces directora del Centro de Evaluación y Control de Confianza, quien confirmó que, en noviembre de 2021, el agente Octavio había sido sometido a dos exámenes de evaluación, uno de confianza y otro de promoción
Pero aclaró que no fue evaluado para ascenderlo como asistente en la oficina del fiscal – espacio al que estaba asignado-, conformó que aprobó el examen del C3, pero incluyeron observaciones, informando “que podría ser un riesgo para la institución”, después fue removida de su cargo.