Reflexiona Ximena Sariñana en cómo la industria de la música atiende la necesidad de inmediatez de los escuchas y termina abrumando al artista por tratar de abarcar diversos frentes. La cantautora prepara un nuevo disco, al mismo tiempo que hoy presentará “Amor adolescente” en el Centro Cultural Tijuana
Luego de cinco años ausente en Baja California, la cantautora y actriz Ximena Sariñana retorna a la entidad para presentarse hoy viernes 10 de marzo en la Sala de Espectáculos del Centro Cultural Tijuana (CECUT), donde entonará su más reciente placa discográfica “Amor adolescente”, de la que se desprenden “TBT 4ever”, “A no llorar”, “Nostalgia, “Mr. Carisma”, “El amor más grande” y “Una vez más”, temas del considerado su álbum más ambicioso.
“Cada canción me pidió cosas distintas, desde que escribí las letras y música, sobre todo, creo que es mi disco más ambicioso porque todo fue muy experimental, probé muchas cosas, dado que fue gestado durante la pandemia. Lo escribí en campamentos de canciones, en una especie de reuniones de compositoras y productoras. Cada tema me pedía estilos musicales distintos y me permití jugar con ello, sin perder mi esencia musical y mi voz”, relató a ZETA Sariñana, quien jugó con géneros como mariachi, cumbia, trap y grunge.
En un revisitar su pasado, la intérprete de “Mediocre” recreó su etapa adolescente: “Son estilos y canciones que me recordaban de alguna forma la música que yo escuchaba en la adolescencia, justo el momento donde experimentas, construyes tu identidad. Éramos una generación que creamos nuestras propias playlists, podía escuchar desde Ángeles Azules, OV7, Nirvana. No teníamos etiquetas ni ataduras a algo, escuchábamos canciones, las que más nos gustaban de los discos para hacer nuestros propios mixtapes, un poco lo mismo que ahora hacemos con las playlist, pero nosotros quemábamos discos y grababa los casetes de la radio”, precisó la admiradora de los proyectos sonoros de Daniel Caesar y la guatemalteca Mabe Fratti.
Referente a su perfil musical, diverso y alejado de etiquetas, expresó: “Desde que empecé en la música admiré a esos artistas que canción a canción, disco a disco, no se parecían. No sonaban a lo mismo, desde Radiohead y Bjork, que su primer disco no tiene nada que ver con el último, se reinventan, y siempre he sentido que hay que buscar que las cosas sean un reto. ¿Qué más reto que lo que nunca has hecho? Eso es algo que siempre he intentado lograr con cada disco que hago, como hacer algo diferente, evolucionar y atender las distintas inquietudes.
“Justo ahora me encuentro en un lugar de reflexión de hacia dónde ha ido un poco la industria musical y esta necesidad de la inmediatez, de lo efímero que todo se puede volver, que hoy en día salen no sé cuántas miles de canciones al día, la atención de la sociedad en general está muy dispersa, muchos canales distintos y eso puede ser muy abrumador para el artista, el intentar a lo mejor estar abarcando por todos los frentes, cuando deberían dejar que cada artista tenga su proceso y su velocidad”, enfatizó la cantante, quien recientemente concretó una colaboración en “Bombas”, con el rapero sudcaliforniano Alemán.
Por último, Ximena se pronunció sobre su regreso a Tijuana, el futuro inmediato y sus inquietudes sociales:
“Estoy en un momento en que escribo nuevos temas y encuentro una dirección para el nuevo trabajo discográfico, el rumbo sonoro. El proceso creativo es una de mis partes favoritas y también estoy muy emocionada de regresar a Baja California, porque en verdad tengo una conexión muy especial. Me acuerdo la primera vez que fui, tenía 20 años, me invitaron a cantar como parte de un festival de cine a las bodegas de L.A. Cetto con un proyecto de jazz. Me encantó la riqueza cultural de Tijuana, me emociona ese público que tiene como otro chip, están muy abiertos a escuchar cosas distintas y acostumbrados a ver mucho talento. “Como mujer, ahorita la situación en México es la que ha sido por muchos años, muy difícil, sigue habiendo una tasa muy alta de feminicidios, es un país muy machista y es algo que no va a cambiar al nivel que yo quiero que cambie, por lo menos en mi tiempo, pero es algo por lo cual debemos trabajar todos los días para ir haciendo pequeñas mejoras para las generaciones que vienen detrás de nosotras”.