A poco más de tres años de su fallecimiento, la poeta Minerva Margarita Villarreal (Nuevo León, 5 de abril de 1957 – 20 de noviembre de 2019), fue homenajeada en Tijuana el pasado miércoles 22 de marzo de 2023.
Bajo la coordinación de Elizabeth Cazessús, el homenaje póstumo fue realizado en la Sala Federico Campbell del Centro Cultural Tijuana (CECUT), en el que participaron autoras como Ana Chig, Anel Mora, Mónica Ávila, Elva Buck, Silvia González, Esmeralda Ceballos, Eugenia Elizondo, Priscila Silva, Magda D’ Souza, Mónica Morales, Laura Hoffmann, Victoria Leyva, Lizeth García Peña y Ruth Vargas Leyva.
A propósito del homenaje a Minerva Margarita Villarreal, la poeta tijuanense Ruth Vargas Leyva escribió que “Sus poemas muestran un marcado equilibrio con lo cotidiano, con el rasgo urbano en paredes; transita y crea puentes entre lo visible y la intimidad de lo invisible, se arriesga a lo inédito, crea una poesía cercana y a la vez íntima y fervorosa que entrelazan lo místico con lo erótico y concluye en el éxtasis místico, una forma sublimada del silencio. Para ella fue fundamental la búsqueda del ser interior, todo acto personal estuvo cargado de significado. Su voz poética osciló entre el pasado y el presente, tanto literario como personal. Hizo de su obra una catedral, porque para Margarita Villarreal la poesía fue un género sagrado”.
Asimismo, Ruth Vargas Leyva advirtió que “La poesía fue para ella (para Margarita Villarreal) un arma de pasado y de presente, un río del lenguaje donde llevamos los sueños de múltiples antepasados, el susurro de los muertos, que solo la auténtica poesía puede revelar”.
A continuación, ZETA comparte con sus lectores el discurso íntegro de la poeta Ruth Vargas Leyva en ocasión al homenaje a Minerva Margarita Villarreal, previa autorización de su autora.
EL DISCURSO DE RUTH VARGAS LEYVA
“Homenaje a Minerva Margarita Villareal
Centro Cultural Tijuana, 22 de marzo del 2023
“Ruth Vargas Leyva
“Ahora que Minerva Margarita Villareal no está con nosotras, su voz llena “ese ciego animal que es el silencio”. Pero el silencio no significa estar ausente, más bien, en este caso juega un papel importante en la comunicación. El silencio es la apertura de todo poema y es su culminación.
“Incluso la ausencia de título en el poema crea un espacio que es ocupado por el silencio. La creación poética es producto de la alianza entre la palabra y el silencio, sin que éste pierda su valor significativo, y Minerva Margarita Villarreal recurrió a este recurso con maestría, porque el reconocerse a sí mismo en el mundo nos conduce a la pregunta ¿Cómo se que estoy en el mundo? Y las palabras sobran, queda la búsqueda de la verdad que es una revelación y la poesía es una de las grandes verdades que hacen de ella una poeta extraordinaria.
“Minerva Margarita Villarreal (Nuevo León, 1957) maestra en Letras Españolas por la Universidad Autónoma de Nuevo León, fue directora de la Capilla Alfonsina de la misma institución, donde dirigió la colección de poesía El Oro de los Tigres. Autora de varios libros, con títulos somo su primer libro En 1981 editó un paquete: Hilos de viaje, en 1991 Dama infiel al sueño, siguieron Pérdida (1992), Epigramáticos (1995), El corazón más secreto (1996), Adamar (1998), La condición del cielo (2003), Herida luminosa (2008) y Tálamo (Hiperión, 2011), Vike: un animal dentro de mí.Más de una docena de libros de poesía, varios de ellos premiados en diferentes certámenes. De su autoría las antologías Nuevo León. Brújula solar. Poesía (1876-1992) (1994), Herida luminosa (2008) y Elogio de la fugacidad y la Antología poética 1958-2009 (2010), de José Emilio Pacheco. En total, más de 20 libros de muy diverso registro, en una trayectoria de más de cuarenta años.
“Entre sus distinciones destacan el Premio Nacional de Poesía Nuevo Reino de León 1986; el Internacional de Poesía Jaime Sabines 1994; el de Poesía del Certamen Internacional de Literatura Letras del Bicentenario Sor Juana Inés de la Cruz 2010, y de manera reciente el de Honor de los Naji Naaman’s Literary Prizes 2013.El Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes, el más importante y prestigioso reconocimiento a la lírica en nuestro país.
“Minerva Margarita Villarreal logró su propósito, en sus palabras ‘ser buen poeta entre los poetas y no verse relegada al casillero de la celebración genérica y del dato estadístico’. Lo expresa en uno de sus poemas:
‘Hay muchas maneras de desnudarnos
yo prefiero la poesía
Hay muchas maneras de volar
yo prefiero la poesía
Hay maneras de pisar la tierra
yo prefiero la poesía’.
“Evodio Escalante expresó que ‘Minerva Margarita Villarreal se caracterizó por ser una escritora libérrima, que se montaba en el potro de la imaginación para tramar unos versos que sorprendían por su factura y por sus atrevidas imágenes donde el sexo, la finitud y la muerte podían trenzarse del modo más espontáneo posible’.
“Sus poemas muestran un marcado equilibrio con lo cotidiano, con el rasgo urbano en paredes; transita y crea puentes entre lo visible y la intimidad de lo invisible, se arriesga a lo inédito, crea una poesía cercana y a la vez íntima y fervorosa que entrelazan lo místico con lo erótico y concluye en el éxtasis místico, una forma sublimada del silencio. Para ella fue fundamental la búsqueda del ser interior, todo acto personal estuvo cargado de significado. Su voz poética osciló entre el pasado y el presente, tanto literario como personal. Hizo de su obra una catedral, porque para Margarita Villarreal la poesía fue un género sagrado.
“En Las maneras del agua, Minerva Margarita Villareal logra, mediante un recurso original que imprime una mística contemporánea, la coexistencia de dos momentos históricos distintos: el del fin de Medioevo y el de la ciudad moderna, con toda su tragedia y violencia, articula estos dos periodos históricos con el mayor rigor posible, parece decirnos que también ahí, en la condición urbana moderna, en la ciudad recinto y muralla, hay una fuente de misticismo que nos conduce al amor a lo divino. Una poesía que imbrica lo divino y lo profano, que libera con una función catártica, un rito liberador, una epifanía.
“Todo gran poeta se trasciende a sí mismo, percibe la llegada de una conciencia superior o profunda. De ella se ha dicho que, con un pleno dominio de su técnica logra la extraña conjunción de recursos, estilo, expresión y temple que todo poeta anhela. Escribe para otros, sus escritos brotan de la pasión por la palabra y nos aproximamos a sus libros con una misteriosa lealtad, con un agradecimiento que se convierte en fervor.
“Cantú Ortiz cita que la voz poética de Minerva Margarita Villarreal logra construir a través del lenguaje un nuevo orden: su universo poético con características bien definidas; su obra es un solo texto, un poema continuo e inacabado hecho de lenguaje que contiene la esencia de su ser, la esencia de la poeta.
“Los pueblos antiguos no distinguían la diferencia entre el poeta y el místico, ambos dan cuenta de un lenguaje cifrado y sagrado. Lo que poseen en común el poeta y el místico es el lenguaje, el lenguaje como principio de realidad. A ello nos enfrentó Minerva Margarita Villareal, la poesía fue para ella un arma de pasado y de presente, un río del lenguaje donde llevamos los sueños de múltiples antepasados, el susurro de los muertos, que solo la auténtica poesía puede revelar. Cumpliendo su deseo , entramos al espacio de sus poemas con el mismo silencio e intimidad con los que se establece un vínculo personal. En nombre del susurro de su presencia, nos reunimos esta tarde, con un ruido sordo y suave como una corriente, otra forma de las maneras del agua”.