Resignificándose en lo personal y en la interpretación, el actor mexicano Manuel Alfonso Castro Dosal explota por medio del lente fílmico su sapiencia y creencia social, incentivando al reconocimiento de la mala percepción de los roles de género, maternidades y patriarcado impuesto en México, mientras aboga por el acto colectivo del séptimo arte nacional.
“El verdadero tema en nuestra sociedad hoy es el machismo que hemos empleado por años, el hombre que da todo por sentado, que nunca le da su lugar a la mujer que tiene al lado, con la que convive, y que no le da cabida a lo que ella vive. Se habla de ello en el cine, sobre la lucha que están llevando las mujeres, de los roles que se les impone y que como hombres hemos idealizado a un grado elevado. Es horrible la presión social que existe alrededor de los estándares de belleza, la maternidad, las expectativas, y el cine sirve para abrir esas heridas que necesitan ser sanadas”, enfatizó a ZETA el actor de “Narcos: México”, para quien la labor de reconocimiento, perdón y resarcimiento, son actos que corresponden como hombres.
“Ellas tienen su lucha y es cada vez más contundente, grande, con más espacios, y nosotros tenemos que cerrar la boca y escucharlas. México tiene un machismo muy armado y arraigado desde el lugar de la madre mexicana que cría machos, lo rescatable es que entre más rápido vayamos reconociéndonos, más rápido vamos a avanzar y llegar a ese momento homogéneo, donde todos, todas y todes no tengamos que andar dando explicaciones, ni ellas no tendrían que tener miedo y nosotros no tendríamos por qué violarlas y matarlas”, precisó el histrión que recientemente estrenó “Huesera”, ópera prima de Michelle Garza Cervera.
“Poder llegar al cine, además con óperas primas, en este caso de una directora, tiene mucho mérito. Es importante que se conecte todo este círculo de apoyo al cine nacional y de autor desde la propuesta, buscar incentivos, equipo, pre producción, productores que se arriesguen con nuestras historias; promoción, distribución, prensa. A la gente le tocará ir a las salas para disfrutarla, eso es lo chingón”, subrayó. “El cine es un acto colectivo hecho para las masas, y es algo que lo hacemos entre todos. En ese sentido las películas mexicanas deberían estar pensadas y concebidas para ser vistas, escuchadas y sentidas en una sala de cine. Por desgracia tenemos esta idea errónea de que el cine de autor es aburrido, pero todo lo contrario: son historias que te harán enfrentarte con la realidad, capas profundas y sentir empatía”, concluyó Alfonso Dosal, quien prepara la producción “Un actor malo”, del director Jorge Cuchí.