Narvik fue la primera derrota bélica de Hitler. El pequeño poblado de la costa escandinava es una fuente rica en acero, fundamental para quienes buscan establecer un imperio.
En este contexto, Gunnar Tofte (Carl Martin Eggesbo) vuelve a casa con su esposa Ingrid (Kristine Hartgen) y su hijo Ole (Christoph Gelfert Mathiesen). Justo en eso los alemanes llegan y el militar debe entregar sus armas.
Al rechazar la amenaza, Gunner huye con otros soldados, bajo el mando del Mayor Omdal (Henrik Westad), y desde ahí planea dinamitar un puente para que los enemigos no tengan acceso al preciado recurso mientras que Ingrid se convierte en traductora de oficiales alemanes, aunque también ayuda a los ingleses. Para estas alturas queda claro que el centro de esta tremenda película es la sobrevivencia.
Gunnar tiene que evitar lo inevitable: terminar como prisionero de guerra de los nazis, con un destino fatal. Ingrid busca el lado amable de los germanos, al tiempo que los ingleses quieren que colabore como espía.
Bajo la dirección de Erik Skjoldjaerg, con guion de Christopher Grondahl, este filme tiene todo el carácter épico que la anécdota de la que parte amerita, un trabajo excepcional del elenco y una fotografía sobresaliente, obra de John-Erling Holmenes Fredriksen.
Es emocionante, conmovedora e inolvidable, a medida que aporta otra visión de la Segunda Guerra Mundial desde el terreno de los hechos, con pobladores que cotidianamente sufrieron los horrores del Tercer Reich. Disponible en Netflix. ****
Punto final. – Guillermo del Toro seguirá haciendo animación. Excelente noticia para el cine.