Nunca he pedido calientes,
mucho menos pido frías.
Protejo mis regalías
aunque mueran muchas gentes.
Me critican de indolente
mis contras desde hace días:
Que yo me porto indulgente.
¿Qué más quieres, alma mía?
Si la vida pasa urgente,
a gozarla de noche y días.
Alberto Torres Barragán
Tijuana, B.C.