La captura de Ovidio Guzmán López, “El Ratón”, uno de los tres sucesores del feudo de drogas y muerte de Joaquín Guzmán Loera, el “Chapo Guzmán” colapsó la economía de Ahome, por miedo de sus habitantes a ser presas de los pistoleros de este que armaron gran alboroto, esta mañana de jueves.
El centro comercial de los Mochis, la cabecera municipal, prácticamente no abrió. Las cortinas metálicas de los negocios no fueron levantadas, y el día se les dio a los trabajadores.
Durante un recorrido por los mercados Independencia, popular, 030 y el primer cuadro comercial se observaron negocios cerrados, sin trabajadores, sin clientes.
Las tiendas departamentales, también cerraron sus cortinas. Los bancos, igual. Los negocios de servicios fueron clausurados temporalmente por iniciativa de los jefes.
El servicio de transporte público suspendió operación. Los taxis se esfumaron de sus sitios. El departamento de protección civil improvisó para auxiliar a las personas que se quedaron varadas en la ciudad.
“Estamos trasladando a pasajeros a las sindicaturas, únicamente de Ahome”, confirmó, Mario Cosme Gallardo, jefe de Protección Civil.
Las oficinas públicas de Gobierno del Estado y del municipio cerraron.
Los hospitales pidieron resguardo policial.
Las unidades habitaciones de los marinos fueron resgurdaron por fusileros.
El Ejército salió a las calles para patrullar.
La policía municipal se vio errática, y los estatales prácticamente se ocultaron en sus oficinas, lo mismo que los ministeriales, que no se vieron en las zonas de conflicto ni por error.
Así, Los Mochis luce fantasmal. ZETA/Riodoce