Sería un logro para la democracia limpia -una justicia de género- si una mujer inteligente, sensible, capaz, decente (dentro del difícil grado de la honradez en el gobierno), llega a ejercer el poder con vocación y espíritu de servicio desde la Presidencia de México y demuestra que gobierna con un proyecto incluyente, compartido, justiciero; significativamente superior que los hasta ahora presidentes varones. Con respeto a la ley y en consensos mayoritarios.
Subyace el machismo, discriminación, intolerancia, expresado en violencia verbal, psicológica, física, y los feminicidios; es una cruda realidad en el mundo. Aun con la hipocresía en la celebración del día de las madres, es un salto al vacío si Claudia llega a ser la candidata; un gran riesgo, pero uno enorme: un salto en la cultura, la mentalidad social y política. Y votar en democracia por una mujer de izquierda, sería lo mejor que nos pasara a los mexicanos, especialmente a las mexicanas. Hay un rubro de asesinatos del perfil cívico, moral y en los medios ligados a la oligarquía; somos testigos de un atentado o suicidio, políticamente hablando.
Mucho estamos haciendo mal por la creciente violencia contra mujeres y niñas. La cultura española -incrustada en el alma nacional- es cruel. En el pico de esta violencia, se sitúa el asesinato de mujeres por el hecho de ser mujeres. Desde 2010, mirando las raíces de España los feminicidios documentados ascienden a 1,126 mujeres asesinadas, dentro y fuera del marco de la pareja o expareja. En tan solo dos meses, más de 20 mujeres han muerto en España como consecuencia de la violencia de género. Esa es una herencia cultural subterránea que emerge en la crisis que vivimos en la pandemia, desigualdad y pobreza.
En México, de enero a marzo de 2022 se registraron 229 presuntos feminicidios, según el reporte más reciente del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). El mes con más casos fue febrero, en el que la cifra ascendió a 81. En enero se registraron 78 casos, mientras que en marzo el total fue de 70.
La cifra oficial de feminicidios -que en términos generales se define como el “asesinato intencional de mujeres por ser mujeres”- no ha dejado de crecer desde 2015, según las estadísticas: ese año hubo 412 presuntos casos y cinco años después la cifra se había duplicado con creces, alcanzado los 948. ¿Por qué el feminicidio es considerado un delito penal específico diferente al homicidio? El año 2021 cerró con 977 casos registrados por las autoridades mexicanas.
Reforma hacendaria y fiscal. El Estado Mexicano con los impuestos recaudados suma un 17%; un indicador terrible, insuficiente, incapaz frente a un 47% del PIB de Dinamarca, o 38% de Alemania, y un 25% de EUA. Este hueco enorme es un desgraciado salario mínimo para la nación, mientras no haya mejor administración (atravesada la burocracia improductiva e incapaz de atender su misión pública) y un tributo solidario de todos y todas. Esto requiere un cambio generoso, valiente, de unidad nacional, donde los poderosos le bajen cinco mil rayitas a su ilimitada ambición.
Porque los mega ricos, por trucos fiscales “legales”, amparos, corrupción, etc., históricamente no pagan los impuestos que requiere un país sano, moderno, con seguridad y con oportunidades amplias para todos. Solo pagan impuestos la clase media y los trabajadores. Primero se debe vencer el hambre y la ignorancia; sin estas bases presupuestales no hay capacidad masiva de producción ni oportunidades de desarrollo. Pero la 4T le dio la vuelta al ajuste fiscal.
Posdata: Si la ministra Yasmín Esquivel, no demuestra con evidencias lo contrario, ante el dictamen técnico de la UNAM, de que su tesis es plagio, por dignidad debe renunciar. La pregunta es quiénes la sostienen en ese puesto que requiere autoridad profesional, moral y académica. Es grave la falta de protocolo de la misma Suprema Corte de Justicia, ya con moscas y oscuros antecedentes; se debe limpiar ese organismo de Estado.
¿Cómo llegó la magistrada a esa investidura, sin investigar su trayectoria profesional, académica y ética? Errores que destruyen la credibilidad en la Justicia. Si hay un sector de gusanos que se creen Jueces y Magistrados, con estos hechos desafortunados se ratifica la idea de juzgados sobornables. Urge una profunda reforma de ese poder mafioso que se cultiva y nace en las Facultades de Derecho, nido de porros; consolidada en tenebrosas barras y colegios de abogados y confirmada en la venalidad de juzgados.
M.C. Héctor Ramón González Cuéllar es académico del Instituto Tecnológico de Tijuana.
Correo electrónico: profe.hector.itt@gmail.com