Los recientes deslizamientos del talud ubicado entre las calles Aries y Géminis del fraccionamiento Los Olivos en Tijuana, han alarmado a los vecinos, pues gran parte de lo que era la banqueta se resquebrajó y cayó por las lluvias del 1 de enero, derrumbe que no ha sido el único, pues las precipitaciones de noviembre también provocaron un deslave.
Los derrumbes iniciaron por los cortes hechos al talud para construir un edificio de apartamentos ubicado sobre lo que era el pluvial del fraccionamiento, a pesar que los residentes comentan que existe un estudio sobre las condiciones del suelo, que determinó que no era apto para continuar construyendo.
“El fraccionamiento que nos vendió dejó de construir porque hicieron un estudio sobre el suelo para ver si iba a soportar el peso de más casas; así fue como se supo que no, por eso los dueños ya no siguieron construyendo. De hecho ellos rellenaron el suelo para hacer soporte y pusieron un muro de contención para proteger las casas que ya estaban, pero ahora los del edificio lo quitaron y mira”, explicó Lizeth Verduzco.
Otra queja es la afectación al sistema de drenaje de siete casas, las cuales “han llegado a estar inundadas de lodo; por el baño brotaba lodo y eso es de ahora con esa construcción”, señaló otra vecina.
Edifican sin permiso, Ayuntamiento omiso
A pesar que la construcción había sido clausurada en abril de 2022 por no tener permiso de edificación, Juan Enrique Bautista Corona, director de Administración Urbana, había mencionado que el reglamento permite la regularización de las obras aunque ya estén terminadas.
Según el funcionario, entre los requisitos faltantes de la obra está presentar la factibilidad de Bomberos, Anuencia Ambiental actualizada, autorizar la Integración Vial; y presentar al Corresponsal Eléctrico y de gas, pero “aun así presenten estos documentos, nos vamos a reservar el derecho de emitir la autorización hasta que no se concluyan las contenciones de los taludes y reconstrucción del pluvial”.
No obstante, de acuerdo a información publicada en ZETA, la edificación luce más avanzada y ya no cuenta con los sellos de clausura.
Sobre ello, el arquitecto Bautista Corona explicó que el retiro de los sellos se acordó para que se realizara la supuesta construcción del muro de contención; aunque éste más bien es la pared del edificio, pues los derrumbes se encuentran unos metros atrás.
Sobre los deslizamientos, afirmó que el Departamento de Riesgos de su dirección evaluó los derrumbes y determinó que no hay mayor peligro, sin embargo, “en el nuevo citatorio se les instruyó que presentaran una propuesta para ese problema, ya la presentaron y en esta semana se les va a liberar la autorización para que ataquen el problema”, por lo que las labores de construcción se reanudarán, supuestamente solo para labores de contención.