La Nochebuena y la Navidad se tornaron amargas para cientos de usuarios que lucharon por derechos de consumidores, luego que la aerolínea Volaris canceló vuelos que conectan los principales destinos turísticos de Baja California Sur con la ciudad de Tijuana, Baja California.
Los aeropuertos internacionales de La Paz y San José del Cabo se vieron repletos de personas que denunciaron esta problemática, al menos más de 200 clientes de la aerolínea se quedaron varados sin viajar por las cancelaciones de salidas que tomaron, en algunos casos, hasta 72 horas.
Asimismo, evidenciaron que no hubo una respuesta competente por parte de representantes de Volaris, y que las autoridades de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) no intervinieron de forma eficaz y correcta a favor de las y los usuarios afectados.
En el caso del Aeropuerto Internacional de San José del Cabo, reportaron que alrededor de medio centenar de personas estuvieron en espera de su vuelo hacia Tijuana durante los festejos de Navidad. Se toparon por lo menos con tres cancelaciones continuas, sin que directivos y empleados de Volaris otorgaran una explicación por escrito que justificara la situación.
Comentaron a ZETA que las y los trabajadores de la aerolínea únicamente refirieron que por “el clima” no se completaba exitosamente la ruta, sin embargo, los afectados recalcan que era la única aerolínea que estaba cancelando vuelos en esos días.
Aunque algunos usuarios solicitaron el reembolso de su boleto de avión, la empresa se negó en esos momentos, argumentando que sólo puede hacerlo en un monedero electrónico o por “causas de fuerza mayor”.
En cuanto a la intervención de Profeco en el Aeropuerto de San José del Cabo, exhibieron que las autoridades no brindaron la asesoría adecuada y se posicionaron a favor de Volaris, aun cuando hubo usuarios que se vieron obligados a buscar hospedaje y alimentación por los inconvenientes que causaron las tres cancelaciones confirmadas hasta el cierre de esta edición.
En el caso del Aeropuerto de La Paz, los reportes iniciaron hasta la mañana del lunes 26 de diciembre. Usuarios se enfrentaron a la misma situación que los viajeros de Los Cabos: la ruta que conecta con Tijuana tampoco despegó en el horario acordado.
Alrededor de 200 personas en el puerto aéreo de la Ciudad Capital solicitaron apoyo de la prensa para dar a conocer a la opinión pública la situación que vivían. En esos momentos autoridades de Profeco informaron que personal de la dependencia federal iba en camino a atender las denuncias de los consumidores.
NO HUBO INTERVENCIÓN COMPETENTE: USUARIOS
La cancelación de vuelos en San José del Cabo trascendió entre la opinión pública sudcaliforniana, uno de los afectados ofreció una entrevista a ZETA para exponer la problemática que duró días sin resolverse satisfactoriamente.
Nuestro testimonio anónimo compartió que desde las 10:00 horas del domingo 25 de diciembre llegó al Aeropuerto de San José del Cabo. En un inicio les hablaron de una “pequeña” demora de unas horas, sin embargo, todo creció al grado de sufrir por lo menos tres cancelaciones del vuelo.
“¿A qué estamos jugando?”, surgió la duda y molestia entre las y los viajeros al enterarse que nuevamente se suspendió el despegue.
En ese momento -mencionó el turista-, un abogado organizó a las y los afectados para exigir respuestas y soluciones ante lo que en ese momento era un retraso considerable.
Pidieron una razón por escrito del por qué la empresa demoró tanto los vuelos, sin embargo, recalcan que empleados de Volaris refirieron no estar obligados a responder.
“Sí están obligados a responder, como cliente quiero saber la razón por la cual, no nada más que salga de tu boca y que me digan nada más que es por el clima”, prosiguió.
Llegó la noche del 25 de diciembre, decenas de viajeros se vieron obligados a buscar donde pasar la noche ya que la empresa se negó a otorgar hospedaje y alimentos. Algunos encontraron refugio con familiares, otros tuvieron que hacer “mini campamentos”.
“Los empleados se quedaron callados, con cubre bocas puestos, mirando al celular, dejaron personas afuera de la banqueta durmiendo sin competencia para responder”, añadió.
La mañana del lunes 26 de diciembre se acumularon las personas que sufrieron la cancelación de sus vuelos durante el fin de semana, más viajeros en espera del vuelo de San José del Cabo hacia Tijuana.
“Me retiré porque nomás me estaban ignorando, por más ruido que hiciera. Regreso hoy en la mañana (lunes 26 de diciembre), hay nuevas personas que van a Tijuana, más los cancelados que estamos hoy. Hay otras personas que están de días, nosotros por suerte desde ayer nada más”, continuó el testimonio.
SUDCALIFORIANOS VARADOS EN TIJUANA
En la otra punta de la Península, sudcalifornianos vivieron la misma situación con cancelaciones de vuelos, retrasos al punto de que hubo usuarios que estuvieron a bordo del avión alrededor de tres horas sin que despegara la unidad.
La noche del 24 de diciembre, William se enfrentó a esta problemática que lo separó de su familia durante las celebraciones.
Su vuelo debía despegar desde Tijuana y llevarlo a Loreto, donde estaban sus seres queridos esperándolo. Sin embargo, nunca llegó y se vio obligado a buscar otras alternativas de traslado.
“Algunos subieron al avión y horas sin despegar, otros hicieron fila horas y horas, y al final cambiaban el destino de esa terminal. Filas enormes para reagendar vuelos, otra para documentar, otra para entrar. Era exagerado el desorden”, compartió.
“Mi vuelo sólo una vez salió en pantalla, fui a la puerta y decía Guanajuato, y no había nadie. Después ya no apareció y nada se sabía”, agregó.
Al no encontrar una respuesta, William aceptó la única opción de reembolso: un monedero electrónico, aunque no tiene planes de viajar próximamente. No había otra alternativa ante la problemática que calificó como masiva.
Tras pasar la noche en casa de familiares, tomó un autobús y viajó durante más de 15 horas por la Península para regresar con sus seres queridos que lo esperaban en Comondú.
A través de un comunicado de prensa, la Oficina en Defensa del Consumidor (ODECO) Zona Metropolitana de Tijuana confirmó que el Aeropuerto Internacional registró un cierre la noche del viernes 23 de diciembre, debido a condiciones meteorológicas.
Según las autoridades federales, el estado del tiempo provocó niebla excesiva que ocasionó la imposibilidad de realizar aterrizajes y despegues en Tijuana, lo que derivó en la cancelación de vuelos nacionales e internacionales.
En el comunicado de prensa se precisó que los días 25 y el 26 de diciembre, el titular de la ODECO, Óscar Zárate Chávez, así como personal adscrito, supervisaron la situación para conciliar y garantizar la atención a más de 600 afectados.
Derivado del operativo, detallaron que dentro de las líneas de acción solicitarán a Volaris el número exacto de vuelos nacionales e internacionales cancelados, así como el número de viajeros afectados.
De acuerdo con los derechos de viajeros publicados en la página oficial de la Profeco, en caso de retraso o demora inferior a cuatro horas, las aerolíneas están obligadas a exponer las causas o razones del retraso o demora del vuelo, ya sea por medios electrónicos o módulos de atención al pasajero.
Si el retraso o demora es responsabilidad de la aerolínea y es de entre una y cuatro horas, deben proporcionar como mínimo descuentos para vuelos posteriores hacia el mismo destino y/o alimentos y bebidas; si es mayor a dos y menor a cuatro horas, el descuento no debe ser menor del 7.5% del precio del boleto. Si la demora es mayor a cuatro horas o cancelación y la aerolínea es responsable, las y los usuarios pueden elegir entre estas opciones:
* El reintegro del precio del boleto o la parte no realizada del viaje
* Transporte sustituto en el primer vuelo disponible, alimentos y, en su caso, alojamiento y transporte terrestre desde y hacia el aeropuerto
* Transporte en fecha posterior al mismo destino.