La vocal ejecutiva de la Junta Local del INE, Liliana Díaz de León Zapata, refirió que el sistema electoral mexicano se ha consolidado a lo largo de 8 años y medio en virtud de la última reforma en la materia, aprobada en 2014; de manera que “en este momento es completamente funcional”, afirmó.
En entrevista con ZETA, Díaz de León mencionó que aunque no se le hagan nuevas modificaciones, tal como pretende el presidente Andrés Manuel López Obrador, el proceso electoral 2023-2024, encaminado a la renovación de la presidencia de la república, “va a salir bien”.
Destacó que desde 2014 se han organizado 330 elecciones sin que hayan redundado en conflictos postelectorales o crisis políticas, cifra que calificó como significativa, tomando en cuenta que en los 23 años en que funcionó el Instituto Federal Electoral, organismo del que derivó el INE, se organizaron 18 comicios federales.
También dijo que de los 8 mil 512 cargos que han estado en juego a partir de la última Reforma, 5 mil 301 se han renovado en un contexto de alternancia.
“A partir del 2014, este es el periodo en el que se ha dado el porcentaje de alternancia más alto que ha visto el país, 62.27, casi 63 por ciento de alternancia en todos los cargos que han sido motivo de elección”, asentó; “vale la pena señalar que (con ello) no se ha visto beneficiado solamente una fuerza política”, remarcó.
También habló del entorno en el que el debate de la Reforma está teniendo lugar; justo cuando faltan menos de dos años para que se lleve a cabo la elección presidencial (a celebrarse el 2 de junio de 2024).
“A lo largo de la historia se han llevado a cabo reformas, pero usualmente se miden o se ponen en marcha antes de un proceso electoral intermedio, lo que nos permita ajustarnos como instituciones también a garantizar que para los procesos electorales presidenciales ya todo esté probado y medido en un proceso intermedio. Entonces sí son cosas que se deben de pensar en el marco de la reforma electoral”, manifestó.
Aclaró que el INE “no se opone a las reformas electorales, todo lo que venga para abonar a nuestra democracia, a mejorar nuestro sistema electoral, es bien recibido”.
Expuso que en dado caso, para sacar adelante una reforma tendría que partirse de un consenso entre todas las fuerzas políticas, así como todas las partes, toda vez que en 2024 tendrá lugar “el proceso electoral más grande y más competido que tendremos en la historia de nuestro país”.
Este martes 6 de diciembre la iniciativa de reforma constitucional impulsada por López Obrador, encaminada a reconfigurar el Instituto Nacional Electoral en un organismo que además de elecciones organizara consultas, así como llevar a elección la designación de consejeros y magistrados en la materia, no prosperó en la Cámara de Diputados. Previo a la votación, el presidente había enviado una propuesta alternativa (para modificar leyes secundarias), denominada plan b y consistente entre otros aspectos en “compactar la estructura orgánica” del INE y de los Organismos Públicos Locales Electorales, con un recorte de 3 mil millones de pesos aproximadamente.
A propósito, la vocal ejecutiva en Baja California aludió: Reitero: “En este momento el sistema electoral nacional con el que contamos es funcional, funciona y ha dado resultados”.
Estableció que “no existe una duplicidad de atribuciones entre los organismos públicos locales y el Instituto Nacional Electoral” y explicó que en procesos celebrados a nivel local, el INE define la ubicación de las casillas, se encarga de la capacitación electoral así como de la integración de las mesas directivas de casilla, mientras que los OPLEs se abocan al registro de candidatos, los cómputos y la conformación de los paquetes electorales. Díaz de León participó en la presentación del Informe País 2020, un diagnóstico elaborado por el INE en coordinación con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, en materia de valores democráticos y nivel de satisfacción en México con respecto a la democracia; actividad emprendida en el Colegio de la Frontera Norte, en Tijuana.