Son ángeles en la tierra
que nos muestran el camino;
aunque la vida es difícil
nunca se dan por vencidos.
Tienen sueños, como todos,
y el derecho de lograrlos;
quizás requieren ayuda,
tal vez tan solo una mano.
Aunque la lucha es muy dura
no se desvían del camino;
paso a paso llegan lejos,
el corazón en la mira.
Quieren ser independientes,
ir a conocer el mundo,
regalar una sonrisa
y escalar un viejo muro.
Si la noche fuera eterna
tocarían cada rosa,
a pesar de las espinas,
disfrutando de su aroma.
Una sonrisa en su rostro
es un regalo divino,
y es que a Dios lo llevan dentro
como una flor y un suspiro.
En su alma llevan las alas
que los elevan al cielo,
y ven lugares con magia
que nadie más tiene acceso.
Son ángeles que nos prestan
como valioso tesoro,
y ellos nos dan la esperanza
que hemos perdido nosotros.
Lourdes P. Cabral
San Diego, California