Ya suman mil 134 los venezolanos expulsados por Baja California, al menos mil han sido recibidos por los albergues de Tijuana, de acuerdo al registro del Instituto Nacional de Migración (INM). Aunque las autoridades de atención al migrante argumentan que solo cien se encuentran en la ciudad, lo cierto es que no hay un registro de la población flotante que busca alternativas ante la incertidumbre propiciada por la carencia de orientación legal migratoria, ya que todos quieren la visa de trabajo o asilo humanitario en Estados Unidos.
Al Otro Lado es la única organización que inició con el acompañamiento legal de casos de vulnerabilidad por separación de familias que fueron atendidos el 27 de octubre, en una jornada en la que solo asistieron 25 venezolanos en el parque de la calle ocho de la zona Centro de la ciudad de Tijuana.
“¿Qué significa o que representa para ellos sacar el asilo humanitario acá?, porque parece ser que esta es la única forma que pueden obtener una constancia de estancia regular en México. Estas cosas luego son absurdas porque pensamos que México tiene las herramientas para facilitarles realmente la vida, pero no lo hacen. ¿Por qué no México expide una visa por razones humanitarias que les permita trabajar, estar en México por lo menos un año? E ir viendo sus posibilidades de emprender otros procesos humanitarios. Esa visa no les afectaría si ellos luego solicitan la visa en los Estados Unidos e inician el proceso de asilo en la Comar (Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados); sí les afecta y es la única opción que les están dando”, explicó Soraya Vázquez, subdirectora de Al Otro Lado.
“Las principales necesidades a las que siempre nos vamos a enfrentar son: el alojamiento, necesitamos más albergues y albergues con mayor temporalidad; y el otro es el sistema de salud. No tenemos un acompañamiento a quienes padecen de una enfermedad crónica o que necesitan una operación”, comentó Enrique Lucero, director municipal de Atención al Migrante en Tijuana.
En Tijuana no hay espacios para ayudar a los migrantes con orientación para iniciar sus trámites o conocer sus alternativas. De hecho lo que recomiendan es ir a la embajada venezolana en la Ciudad de México, en donde el pasaporte cuesta 300 dólares y demora un año en el trámite, compartieron venezolanos a ZETA.
“Es un programa que es en línea y que pueden hacerlo desde su lugar de origen o de cualquier punto del continente. Entonces para poder aplicar a ese programa deben viajar desde la Ciudad de México hasta su destino a Estados Unidos; y la otra es que ahí está la embajada de Venezuela, donde pueden solicitar un pasaporte por primera vez o revalidar. Un vital documento para quienes quieran quedarse en territorio mexicano o sigan su proceso de asilo en Estados Unidos”, recomendó el director Lucero.