Los constantes ataques con piedras por las noches en el albergue del campo Reforma, en la Zona de Otay, son “travesuras de unos vagos” que deambulan por la zona, comentó el director de Atención al Migrante de Tijuana Enrique Lucero Vásquez, quien descartó se trate de actos de xenofobia.
De acuerdo con denuncias de personas en contexto de movilidad que se encuentran en el refugio, por las noches, ante la falta de vigilancia, personas desconocidas lanzan piedras contra el domo y las instalaciones del gimnasio, asustando a las casi 100 familias con menores de edad que duermen en el lugar habilitado provisionalmente como albergue.
Actualmente, de acuerdo con cifras del municipio, han expulsado por Tijuana a mil 926 venezolanos desde el 13 de octubre de este año. De estos, 286 personas habitan el refugio en el deportivo Reforma, que tiene capacidad para 300. Entre las personas refugiadas hay 143 menores de edad (71 niñas y 72 niños) 85 mujeres y 58 hombres.
“Sí hubo un incidente en la madrugada. Ya se dio parte a la Secretaría de Seguridad Pública y se hacen rondines. En el tema, sí hubo un descuido y no hay control de las entradas; ya pusimos un filtro para las personas ajenas y no pasó a mayores”, explicó Lucero Vázquez.
“Entró una persona acá, estaba hablando con niños y todo el mundo se alarmó. Gracias a dios vimos que el hijo hablaba con extraños. También vieron la puerta de atrás abierta y al señor ahí, y entonces tuvieron que amarrarla con alambre y tenemos miedo porque no estamos seguros”, explicó Yetzibel Gallardo, una madre venezolana en el albergue Reforma de Tijuana.