Laura, una de las cuatro víctimas que dejó una explosión de un artefacto en una playa en San Felipe, pidió a la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, su apoyo para atender la emergencia sanitaria y económica que causó el suceso en su familia.
Igualmente, pidió a las autoridades esclarecer cómo llegó el artefacto a la playa para evitar que otra familia resulte dañada, en caso de que haya más artefactos con pólvora.
La entrevistada relató que el pasado 15 de octubre, en una sección de la playa de San Felipe uno de los hijos de su hermana encontró un artefacto de color negro, pesado, con una cinta blanca alrededor, parecido a una pelota de boliche.
“De le repente se le cae y soltó un polvo negro, pero no le tomamos importancia. Nosotros no sabíamos ni qué era y ahí se quedó la pelotita a lado de un asador”. Más tarde, en la noche alrededor de las 22:30 “de repente veo un flamazo, una explosión muy grande, amarilla, roja, y fue cuestión de segundos. Nos levantamos todos, mi hermana revolcándose en la arena, toda roja y mi cuñado también con la ropa encendida”.
La hermana de Laura, de 40 años, fue la más afectada puesto que tuvo quemaduras de primer y segundo grado en el 64 por ciento de su cuerpo, en piernas, brazos, espalda y parte de la cabeza. Actualmente se encuentra sedada en el Hospital General de Mexicali, donde le tienen que hacer curación tres veces al día. Mientras que su esposo (cuñado de Laura) resultó con quemaduras de primero, segundo y tercer grado en 36% del cuerpo ( piernas y espalda).
Laura tuvo quemaduras de segundo grado en sus piernas, y otro hombre resultó lesionado con quemaduras de tercer grado en 15% de su cuerpo, sobre todo en sus piernas.
Laura contó a ZETA que luego de que la convivencia familiar se convirtiera en una pesadilla, los dos hombres y la hermana de Laura fueron al Centro de Salud de San Felipe, y de ahí su hermana y cuñado fueron trasladados en ambulancia al Hospital General de Mexicali, donde se les ha dicho que la hermana de Laura permanecerá por lo menos un mes.
“Mi cuñado va a estar 15 días más hospitalizado” y aunque la familia ha recibido un buen trato en el nosocomio están solicitando parches. Las cajas traen cuatro parches, duran una semana y cuestan 4 mil pesos.
“En mí se llevaron dos cajas […] entonces estamos batallando, ya los ahorritos que teníamos está desapareciendo”, estamos pidiendo prestado con familiares y amigos.
Laura agregó que ese día del incidente, la policía y los militares acudieron al lugar preguntando sobre lo que había pasado, como Laura y su familia iban rumbo a Mexicali los elementos policiales indicaron que volverían al día siguiente pero no regresaron. A decir de la entrevistada, debido a sus lesiones por las que tiene que usar silla de ruedas tampoco ha acudido a presentar una denuncia ante la Fiscalía General del Estado. Laura pidió también ayuda psicológica para sus dos hijos y los cuatro menores de su hermana, así como para ella misma, por los estragos que les ha causado la explosión.