Conzultoría Matrimonial y Familiar
Las personas que padecen problemas de corazón o han sufrido un infarto suelen cambiar y/o mejorar sus hábitos, tanto de alimentación como de ejercicio físico, ante el temor de practicar sexo con sus parejas, por miedo a recaer o incluso a morir; pero no es lo único que cambian. De hecho, según los expertos, muchos dejan de realizar actividades físicas intensas, así como practicar sexo, por miedo a tener un problema a corto plazo.
Como señala el urólogo Manuel Alonso Isa, experto en la Unidad de Cirugía Reconstructiva y Andrología de ROC Clinic en España, no es infrecuente que las personas con insuficiencia cardíaca o con otras cardiopatías se preocupen a la hora de tener relaciones sexuales, especialmente después de una cirugía. De hecho, según sus datos, más de la mitad de las personas con insuficiencia cardíaca dicen que tienen muchas menos relaciones sexuales o ninguna debido a la salud del corazón y más de 3 de cada 10 personas informan problemas relacionados con el desempeño sexual.
El Dr. Jesús Rodríguez, sexólogo y director del Instituto Sexológico Murciano Español, señala que la prohibición del sexo en personas con problemas cardiovasculares no debería hacerse; al contrario, se debería recomendar, siempre que la persona -como mínimo- sea capaz de subir dos pisos de escaleras y de que su situación clínica sea estable. Todo va a depender del tipo de problema sufrido y de hace cuánto tiempo lo sufrió, la valoración y el seguimiento por el cardiólogo, y la recomendación de algún medicamento.
Los inhibidores de la PDE5 (fármacos tipo Viagra) han demostrado ser seguros y efectivos en muchos pacientes con enfermedad cardiovascular estable; sin embargo, mejor consulte a su cardiólogo, ya que en muchos casos se van a necesitar usar medicamentos específicos para la erección que deben ser compatibles con tratamiento ya en curso. Por ejemplo, el uso de nitratos es una contraindicación absoluta para la administración de inhibidores de la PDE5. La limitación injustificada de la vida sexual del paciente puede derivar en insatisfacción, depresión y peor adherencia al tratamiento.
Muchas personas aparentemente sanas, se preguntan si es posible morir durante la práctica sexual. Aesta pregunta, Alonso Isa afirma que el riesgo de morir por la práctica del sexo es mínimo; la práctica regular de sexo parece asociarse a un menor riesgo de muerte. Las tasas de mortalidad de las muertes relacionadas con enfermedades cardiovasculares y cáncer fueron más bajas para quienes tuvieron relaciones sexuales: al menos 52 veces al año, en comparación con las que tuvieron relaciones sexuales una vez al año o ninguna. En conclusión, practicar sexo no aumenta las probabilidades de morir de un infarto, sino que, por el contrario, ayuda a tener una mejor calidad de vida y a proteger tanto al hombre como a la mujer.
Eso sí, cuídense de no tener sexo duro, de pretender que la mujer tenga múltiples orgasmos y el hombre esperar terminar para complacerla.
El Lic. Roberto Bautista es terapeuta sexual y de parejas con maestría en Mediación.