Una fila larga de familiares de presos se acumuló desde la madrugada de este domingo la calle Madre Antonia, en el acceso principal de la penitenciaria de La Mesa en la Ciudad de Tijuana. Aunque oficialmente no hubo mayor espera y atención de lo convencional, si hubo quejas de los familiares y mayor presencia de las fuerzas federales, tando del ejército como de la Guardia Nacional.
Oficialmente la fila alcanzó una atención de 800 personas, que es el rango máximo promedio de los ingresos durante los domingos de visita en el Cereso de La Mesa. El sistema penitenciario confirmó que los domingos ingresan más de 600 familiares y este 9 de octubre la atención fue más de 800.
De 7 de la mañana a 11 de la mañana es el ingreso a la penitenciaria de los familiares de los presos. De 8 de la mañana a 2 de la tarde es la convivencia.
La justificación oficial es que fue día de entrega de pertenencias en donde las familias llevan ropa interior y uniformes: playera, pants, tenis, sudadera, chamarra y sandalias, así como ropa de cama: sabana, cobija y toallas para sus internos.
Las familias externaron que las revisiones para el acceso fueron más detallas y por ende más cuidadosas y lentas. Aunque comprenden el tenso ambiente post motín, dicen que la higiene y el hacinamiento son las condiciones de las que se siguen quejando los reclusos de la Mesa.
La penitenciaria sigue siendo custodiada por refuerzos de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana y con el patrullaje de la Guardia Nacional y de la Secretaria de la Defensa Nacional, en específico de los uniformados que llegaron de refuerzo del centro del país.