¡Toc, toc!
— Somos los Testigos de Jehová.
“Pasen”.
— Qué amable, gracias (minuto de silencio).
“¿Y qué iban a decirnos?”.
— No sé, ¡nunca nos abren!
Autor: Un cristiano. Sin ofender a los Testigos.
Autopsia
— Doctor, antes de realizar la autopsia, ¿verificó si había pulso?
“No”.
— ¿Verificó la presión sanguínea?
“No”.
— Entonces, ¿es posible que el paciente estuviera vivo cuando usted comenzó la autopsia?
“No”.
— ¿Cómo puede estar usted tan seguro, doctor?
“Porque su cerebro estaba sobre mi mesa, en un tarro”.
— Pero, ¿podría haber estado aún vivo el paciente?
“Es posible que hubiera estado vivo y ejerciendo como funcionario público en alguna dependencia de gobierno”.
Autor: Un ciudadano.
Diagnóstico médico
Un hombre se encuentra con un amigo por la calle:
— ¿Qué te pasa, que estás tan pálido?
“Nada, es que vengo del médico y me dijo que deje de beber, fumar, hacer el amor…”.
– Y ¿qué vas a hacer?
“Pues qué, ¡cambiar de médico!”.
Autor: Anónimo del HGT.
Doctor, doctor…
— No sé lo que me pasa, doctor. Cada vez que tomo café, me duele el ojo derecho.
“¿Ha intentado a sacar la cuchara de la taza?”.
* * *
— Doctor, tengo un problema. Nadie me hace caso.
“Que pase el siguiente”.
Autor: Un veterinario.
* * *
En el dentista:
— A ver, abra la boca.
“¡Aaah!”.
— Pero no la abra tanto…
“¿No me tiene que meter las pinzas?”.
— Sí, ¡pero yo me quedo fuera!
Pueblerino
En un pueblo se construye una carretera. Un pueblerino se sienta por largas horas a ver el avance de la obra y, de repente, se topa con el ingeniero:
— Hola, soy George Frank Steven, el ingeniero que hizo los estudios y encargado de la obra y la maquinaria.
“Hola, yo soy Eustaquio Díaz, soy del pueblo de al lado”.
— Veo que nunca habías visto cómo se hace una carretera moderna. Dime, ¿cómo hacen las carreteras en tu pueblo?
“Bueno, cuando queremos hacer una carretera de un pueblo a otro, en el mío soltamos un burro viejo y el animal escoge el camino más corto y más seguro, y por ese camino hacemos la carretera”.
— ¿Y qué pasa si no tienen un burro?
“¡Llamamos a un ingeniero!”.
Autor: Anónimo de “Respira”.
Día de Muertos
— Disculpe, jefe, ¿vamos a descansar el día de los muertos?
“¿Estás muerto?”.
— No.
“Entonces, ¡ponte a trabajar!
Autor: Fan de Halloween.
El vaquero y su caballo
Un vaquero entra en un bar y, después de un rato, busca a su caballo:
“¿Dónde está mi caballo? Si salgo en un minuto y no encuentro mi caballo, tendré que hacer lo que hice en San Francisco”.
Después de un minuto sale otra vez y alardea:
“¿Dónde está mi caballo? No está aquí”.
Y de nuevo:
“Si mi caballo no está aquí en un minuto, tendré que hacer lo que hice en San Francisco”.
Transcurre el minuto y sigue:
“Muy bien, mi caballo ya regresó, así me gusta”.
Entonces un tipo que salía del bar, se acerca al vaquero y pregunta:
— Creo que hablo en nombre de todo el pueblo, así que sólo por curiosidad: ¿Qué hiciste en San Francisco?
“Bueno, ¡pues me fui a pie!”.
Autor: Un asesor de Movilidad en BC.