Prolifera contenido audiovisual sobre y para jóvenes en el mundo del entretenimiento. Destacan producciones que plantean discusión sobre la diversidad, representación, sexualidad y salud mental. Alejandro Lozano, showrunner de la serie “Control Z” y la actriz juvenil Renata Vaca (“Clases de historia” y “Dale gas”) dialogaron con ZETA sobre la necesidad de propuestas dirigidas a dicho sector poblacional, con el compromiso debido
Erika Cortez – En constante evolución, con mayor presencia en redes sociales y viralizada, la industria del entretenimiento, el consumo y uso social de los contenidos dirigidos a jóvenes llegan a través de la televisión, streaming y cine, en muchos casos como una entrega sustancial que además de retratar a dicho sector poblacional y representar sus realidades, suma al desarrollo personal de la teleaudiencia, en respuesta al fenómeno global de los young adults, como los casos de “Élite”, “Sex Education” y “Euphoria”.
Tomando como referencia la serie juvenil mexicana “Control Z” (Netflix), ZETA dialogó con Alejandro Lozano, showrunner de ésta, quien señaló la necesidad de retratar a la juventud de forma fidedigna: “A pesar que el trabajo de los medios no es cambiar la realidad, tampoco es manipularla, y durante muchos años eso ha hecho la televisión, pintando a todo mundo guapo y blanco, cuando necesitamos fotografiar la realidad, la nueva generación necesita ser escuchada y vista, y no para que la juzguemos porque ni siquiera pertenecemos a ella, sino para relatar su universo”.
En la historia del entretenimiento juvenil destacan series como “Full House” (1987), “Friends” (1994), “Seinfeld” (1998) o “How I Met Your Mother” (2005), pero carecen de profundidad.
“El problema no es que no haya intenciones de las plataformas y televisión, sino que no hay guiones de calidad, nosotros en ‘Control Z’ discutimos cómo retratar la diversidad, inclusión y bullying sin señalarlos, sin una óptica adulta, con respeto, desde un lugar descriptivo y no desde un lugar moral”, apuntó.
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Al respecto, la actriz Renata Vaca, de 23 años, agregó: “Como jóvenes y niños, uno busca sentirse visto, válido, y si no te encuentras en ningún lugar de la pantalla, no entiendes cómo embonas o a qué lugar perteneces”, a lo que la la psicóloga infantil y juvenil Jennifer Gutiérrez sumó: “El consumo del entretenimiento ayuda a los jóvenes a autoexplorarse, construir su identidad. Los contenidos audiovisuales pueden ser herramientas que ayuden a averiguar quiénes son, adoptar valores y patrones que aplican en su vida cotidiana”.
Si bien es cierto, hoy en día la industria del entretenimiento retrata a las minorías étnicas, la comunidad LGBTQ+ y temas de salud mental, física y sexual, representando cuerpos reales y rompiendo de a poco los estereotipos, es así que actualmente series como “Euphoria” (HBO) logran conectar por su transparencia al abordar temas como adicción, sobriedad, la vida de una joven transexual, la gordofobia, la homofobia, violencia doméstica, acoso sexual y búsqueda de identidad.
“Cuando vamos a poner un personaje con conflictos de identidad y preferencias, no tenemos que recurrir a los clichés, dejando abierto que el joven puede ser como quiera ser, sin patrones, y en ese sentido siempre se siente una gran responsabilidad retratar a los jóvenes”, sector que ha sido fotografiado en la televisión mexicana en programas como “Rebelde” (2004-2006), “Atrévete a soñar” (2009-2010), “Soy tu fan” (2010-2011), Miss XV” (2012), y “La CQ” (2012-2014), que pueden ser vistos como refugio.
“Los programas, películas y series a veces fungen como refugio para los jóvenes, sobre todo cuando no se sienten aceptados, y estos mundos ficticios los adoptan como lugares seguros”, subrayó la psicóloga, a lo que Lozano anexó: “El problema es la división, el momento por el que está pasando nuestro país, la situación de clasismo, racismo, posturas políticas, homofobia. Somos un país muy dividido, creo que las generaciones más viejas se quedaron ya así, no van a cambiar, las nuevas deben ser los que empiecen a sanar esta división”.
Por otro lado, “darse cuenta que el poder que tienen va mucho más de cosas como la cultura de la cancelación, de enaltecer influencers, de la comedia en TikTok, sino de poder cambiar su realidad, hacer reflexionar a otras generaciones como lo han estado haciendo, y desde la televisión, dejar de retratarlos como si lo único que pueden hacer es divertirse”, concluyó el showrunner de “Control Z”.
El vínculo entre los contenidos y la juventud
Para la psicóloga y autora Miriam Nenninger, los contenidos audiovisuales repercuten en las conductas de los jóvenes, quienes adoptan aquellas captadas en ellos.
“Los jóvenes crean cómo perciben al mundo de acuerdo a lo que ven las producciones para jóvenes, lo que miran en Instagram, TikTok y Netflix forma el criterio de esta generación, a tal grado que existen estadísticas de que una de cada tres mujeres no va a tener hijos, en contraste a la generación anterior. Los jóvenes de esta actualidad ven la vida con posibilidades, y una de ellas es que sus héroes son influencers, y los personajes de las series”, destacó.
“Qué pasa con esta sincronía de las series y películas que se ven reflejadas en la sociedad juvenil: están observando como normal las adicciones, el sexo abierto, problemas de depresión. Cada vez más normalizados con estos aspectos, y eso se transmite a su realidad. Estamos hablando de la primera generación de la historia que no tiene fe, que vende sus principios por pertenecer, una generación con mucha depresión, con diagnósticos sociales muy gruesos, por lo que prefieren estar detrás de una pantalla y desde ahí se conectan y hacen vida”, precisó la psicóloga, quien el próximo 25 de octubre presentará su charla “Desintoxícate de ti y vuelve a elegirte” en El Foro en Tijuana. (Víctor A. Delgado)
