Un señor va por el campo con su mula y su perro. La mula, muy cargada, no puede más y se para, hincando las rodillas en tierra, a punto de desplomarse. El hombre, cada vez más molesto e impaciente, comienza a azotar con una vara al pobre animal, hasta que la mula reclama:
“Antonio, ¿así me tratas después de todos estos años en los que te he ayudado fielmente, sin flaquear ni una sola vez hasta hoy, que estoy ya cansada y mayor?”.
El hombre se asusta y sale corriendo con el perro a su lado. Se detienen casi medio kilómetro más lejos, apoyándose en un árbol mientras intentan recuperar el aliento.
Entonces el perro dice:
“¡Tremendo susto nos dio la mula cuando se soltó hablando!”.
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Autora: La mula.
Nombre
— ¿Nombre?
“Bond, James Bond”.
— Okey, Bond James Bond.
“No. James y Bond aparte”.
— ¿James Bonaparte?
“James Bond, y ya”.
— ¿James Bonilla?
“Pon 007”.
Autor: Un tal Sherlock.
Número equivocado
— El otro día marqué el número 1383474575391023040501928374757328123498123401234153423448357
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87087698657656907698763.
“¿Y qué te salió?”.
— ¡Un callo en el dedo!
Autor: Anónimo de Telnor.
Todos hemos experimentado ese momento incómodo…
Cuando le cuentas a tu novio un momento chistoso juntos… y resulta que no se acuerda porque fue con el otro.
Cuando se te ocurre la contestación correcta a esa cosa horrible que te dijeron… una hora después.
Cuando piensas que el del asiento de al lado va a sacar su navaja para robarte el celular… pero saca un celular mejor que el tuyo.
Cuando ves que alguien te está viendo… y ambos se hacen tontos.
Cuando redactas tu CV… y te das cuenta de que no tienes nada que ofrecerle al mundo.
Cuando tienes audífonos… pero el taxista te empieza a sacar plática y también comienzas a hablar por miedo a que te secuestre.
Cuando tú y el conductor de un automóvil cruzan miradas por el espejo retrovisor.
Y el mejor de todos… ese momento incómodo entre el lunes y el viernes.
Autor: Lector incómodo.
Esa Dora…
— ¿Hacemos Doritos?
“¿En el microondas?”.
— Vaya, Dora, ¡nunca entiendes la indirecta!
Autor: Fan de Sabritas.
Otros cortitos
Un hombre borracho entra a Alcohólicos Anónimos y le preguntan:
— ¿Vino solo?
“¡No! Prefiero una cerveza”.
***
— Amor, quiero que pasemos un lindo fin de semana.
“Okey, ¡nos vemos el lunes!”.
***
Había un tipo tan borracho, pero tan borracho, que le llamaban “genio”… cada vez que destapaban una botella, aparecía.
***
— Soy una persona saludable.
“Ah, ¿comes sano y todo eso?”.
— No; la gente me saluda.
***
— Tengo un problema legal y fui a ver a un abogado.
“Y ¿cómo te fue?”.
— ¡Ahora tengo dos problemas!
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— Padre, confieso que me he besado con mi novia detrás del muro de la calle Serrano, en el hueco que hay entre la farola y un contenedor, en un rincón donde la luz de la farola no da. ¿He pecado?
“Pecado no sé, ¡pero el sitio está muy bien!”.
Autor: El acelerado de siempre.
Salida de emergencia
Dos amigos están en una discoteca y uno pregunta a otro:
— ¿La salida?
“Esa rubia de ahí”.
— No, la de emergencia.
“Aquella gorda de allí”.
Autora: La ofendida.
